Badajoz

La Capilla Sixtina de la Baja Extremadura

 

Es conocida de esta manera la Ermita de la Virgen del Ara por la decoración tan profusa que cubren las paredes y bóveda del interior del edificio. Llegaremos a este lugar desde Fuente del Arco tomando la carretera que se dirije hacia la Mina Jayona. La señalización es buena y se puede llegar sin problemas.

 

 

El edificio, de estilo mudéjar, se empezó a construir en el Siglo XIV. No se descarta que existiese un asentamiento anterior, probablemente religioso. Dos columnas bajo un arco de herradura parecen querer reclamar la presencia romana tan importante en la zona.

 

 

Los frescos representan un total de 26 escenas del antiguo testamento, concretamente del Génesis. Todas las pinturas están numeradas y tienen una pequeña descripción.

 

 

Pero no todas las pinturas corresponden a la misma época. En la parte inferior, el zócalo, vemos figuras geométricas que datan del siglo XVI pintadas al fresco.

 

 

Sin embargo, en la parte superior, sobre el zócalo y en toda la bóveda, los frescos fueron ejecutados durante el siglo XVIII con la técnica del óleo.

 

 

No nos pasa por alto el carácter didáctico que debieron tener las pinturas en su momento. Al igual que ahora una fotografía puede transmitir una noticia, en la época en la que se pintó el interior de la ermita, los autores trataron de plasmar sus mensajes con las historias de los libros sagrados.

 

 

El colorido es muy potente, y la contemplación de las pinturas hace que pensemos por un momento en el enorme trabajo y la incomodidad que debieron padecer quienes las realizaron.

 

 

Bajo el coro de la Ermita, sorprende encontrar algunas pinturas no religiosas que representan los puntos cardinales personificados en cuatro mujeres y los signos del zodiaco. Estas obras están cargadas de simbología y mitología clásica.

 

 

Los nervios de las bóvedas y las cúpulas están también decorados con la técnica del trampantojo, dando la sensación de que la piedra está labrada en lugar de pintada.

 

 

En la sacristía, Ara, la guía que nos acompaña, continúa con las explicaciones y nos asegura que tras las capas de cal de las paredes, incluso de esa estancia, existen pinturas. Así lo demuestra con una cata realizada hace unos años y que dejaron al descubierto más pinturas. Estas también se encontrarían detrás de los tres retablos existentes en la nave principal de la ermita, desconociéndose su contenido y estado de conservación.

 

 

No es difícil imaginar que debajo de estas paredes la decoración continúe. Mientras, la cal protege las pinturas, como lo ha hecho durante siglos preservándolas para que hoy podamos contemplarlas.

Pues sí, resulta que había una “Capilla Sixtina” en Extremadura, y estamos seguros de que es la gran desconocida.