Cultura
#65 Festival de Mérida · Prometeo
Luis García Montero versiona al clásico atribuido a Esquilo de una manera única, pretendiendo remover las entrañas de los espectadores. ¿Porqué Prometeo se sacrificó entregando el fuego a los hombres? ¿Mereció la pena hacerlo?. Lluís Homar encarna al Prometeo viejo, el reflexivo, el que repasa la vida y los actos del que fue de joven, intrépido y soñador, al que se encarga de dar vida Fran Perea.
La tragedia de Prometeos y su eterno conflicto por proteger a la humanidad y entregarle el fuego sagrado que nos legó Esquilo en su Prometeo encadenado llega al Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida en su 65 edición.
Dirigido por José Carlos Plaza, un veterano en la dirección escénica en Mérida, con montajes recientes como Hécuba o La Orestiada, entre otras, y con una versión libre del texto de Esquilo que firma el escritor y director del Instituto Cervantes Luis García Montero, el espectáculo llega al Teatro Romano de Mérida avalado por un formidable elenco de actores.
Lluís Homar, que repite en el festival extremeño después de una breve aparición en 2012 con la lectura dramatizada de Hélade, y en esta ocasión encarnando a un Prometeo anciano, dará la réplica a Fran Perea como Prometeo joven. Ambos encarnan a un mismo personaje desdoblado en dos y separados por el tiempo y la experiencia que éste da: Prometeo joven que acaba de ser condenado por Zeus por entregar el fuego sagrado a los humanos y Prometeo viejo que ya sabe del sufrimiento que le depara a él y a los humanos. En esta duplicidad del personaje reside el conflicto que plantea la historia: ¿merece la pena? ¿están los hombres a la altura del sacrificio? ¿se puede extraer hoy algo positivo de la historia de la humanidad?.
La tragedia se basa en el mito de Prometeo, un dios particular de la mitología griega, que engaña a los dioses para que los humanos reciban lo mejor y también roba el fuego, para entregarlo a éstos. Zeus, el dios de dioses, quiere que la raza humana permanezca sometida, y lo castiga y manda encadenar, por ir en contra de sus designios.
Hefesto lleva preso a Prometeo para encadenarlo al pie de una montaña en la región de Escrita. En un momento duda de cumplir la orden, es pariente de Prometeo, pero sabe que si desobedece será castigado por Zeus. Un coro de Oceánidas trata de consolarlo.
Acompañan a Lluís Homar y a Fran Perea para dar forma a esta tragedia griega la actriz Amaia Salamanca, que vuelve a Mérida después de su espléndido debut en La Orestiada. Amaia Salamanca se meterá en la piel esta vez de la sacerdotisa Ío. Completan el reparto Fernando Sansegundo como Océano, Israel Frías como Hermes y Alberto Iglesias en el papel de Hefesto.
El coro está integrado por otros cinco actores: Javier Ruiz Alegría (Fuerza), Jorge Torres (Crueldad), Violencia (Marco Perlas), Montse Peidro (Compasión) y Rocío Marín (Libertad). Las Oceánides estarán representados por Jesús Levi y Yasmin Zamani.
Esta coproducción del Festival de Mérida y Pentación Espectáculos estará en cartel hasta el domingo 28 de julio.
Dirección: José Carlos Plaza
Productor: Jesús Cimarro
Ayudante de Dirección: Rocío Vidal
Diseño de Iluminación: Toño Camacho
Diseño de Escenografía: Paco Leal
Diseño de Vestuario Pedro moreno y Gabriela Salaverri
Meritorias de Vestuario: Loreto Fernández y Krishna Soto
Música Original: Mariano Díaz
Producción Musical: Carlos Díaz
Diseño Vídeo: Antonio Mateos, Viridiana Galindo, Pulse Creativa
Jefe Técnico: David Pérez Arnedo
Jefe de Producción: Pablo Garrido
Ayudante de Producción: Alejandra Freund
Regidora: Iguarina García
Gerente: Xandre Vázquez
Maquinista: Juan Daniel Higuera
Técnico de Luces: Alfredo Guijarro (Taxa)
Técnico de Sonido: Arsenio Fernández
Técnico de Video: Bruno Praena
Sastra: Claudia Botero
Caracterización: Moisés Echevarría y Lilián Navarro
Ambientación de Vestuario: Taller de María Calderón
Construcción de Escenografía: SCNIK
Transporte Decorados: Taicher S.L.