Gastronomía

Jerez, Jamón ... ... y más

Jerez huele a Jamón, a Bollos Turcos, a incienso y a flores. La luz de Jerez de los Caballeros enamora y cautiva como lo ha hecho con nosotros este pasado fin de semana.

 

 

Es muy complicado resumir en un publicación todo lo que puede vivirse un fin de semana en Jerez de los Caballeros a las puertas del Salón del Jamón y justo al comienzo de la Semana Santa, así que vamos a empezar por lo práctico, lo que nos gusta a casi todos: el Jamón.

 

 

El Restaurante Villanueva 44 no es un mal lugar para degustar este rico manjar de la tierra. Situado en la calle y número que su nombre indica nos ofrece una gran variedad de vinos de la tierra y de otras D.O. para acompañar una rica carta basada en productos de calidad de Extremadura.

 

 

Y es que tocar el cielo con el paladar es posible con un buen Jamón Ibérico 100% de bellota que, existir, existe y os lo contaremos más adelante.

 

 

Tras reponer fuerzas después del viaje y, ya de noche, iniciamos un recorrido nocturno por la ciudad templaria para contemplar sus monumentos extraordinariamente iluminados. Comenzamos por la cercana iglesia de San Bartolomé que custodia al santo y, como no, su diablo encadenado.

 

 

Bajamos cuestas, subimos cuestas. Jerez está llena de cuestas que le confieren ese aspecto tan especial y único, esa fisonomía urbana propia de ciudades con rica historia.

 

 

Llegamos hasta el Ayuntamiento, ubicado en el Castillo Templario que se asienta sobre la antigua Alcazaba Árabe. La vista desde sus murallas almenadas es verdaderamente extraordinaria.

 

 

Santa María con su particular silueta.

 

 

La Torre del Reloj se recorta sobre el cielo estrellado.

 

 

De nuevo vemos San Bartolomé, ubicada en el punto más alto de la ciudad.

 

 

El esfuerzo por recuperar la muralla y disfrutar de un paseo por ella ha merecido la pena. Su incorporación a la oferta turística de Jerez es una gran aportación.

 

 

De vuelta al Hotel Oasis para descansar no resistimos la tentación de subir a su terraza en la que, cuando el tiempo acompaña, se puede disfrutar de una agradable velada con vistas impresionantes sobre la ciudad.

 

 

Visitamos al día siguiente la Fábrica y Secaderos de Jamones de Jierrito Alejo, donde Raquel nos explica la elaboración tradicional de sus embutidos y el proceso de curación del Jamón.

 

 

Raquel nos explica también cómo es el proceso de curación de un buen jamón ibérico. Escuchándola entendemos muchas cosas. El proceso natural de curado es más largo, menos rentable económicamente que los industriales pero la diferencia está clara en el resultado final.

 

 

Con Hilario Pimienta, de la Finca Morianillo de la Casa, aprendemos el manejo tradicional del cerdo ibérico. Nos muestra diferentes ejemplares: de raza ibérica 100% y los cruces con duroc de los que obtenemos ibéricos al 75% e ibéricos al 50%.

 

 

Asistimos a un parto y contemplamos otros ejemplares con algunos días de vida.

 

 

Los cuidados y selección en la primera parte de la existencia de un cerdo ibérico son esenciales para conseguir un excelente producto.

 

 

Todos los animales llevan un esmerado control y etiquetaje que se corresponde con el riguroso seguimiento que la D.O. Dehesa de Extremadura realiza hasta que los animales pasan a ser sacrificados.

 

 

Volvemos de nuevo al Hotel Oasis donde nos han preparado un extraordinario almuerzo con una cata previa de distintos tipos de jamones para apreciar las diferencias. Pepe Barroso, de la D.O. Dehesa de Extremadura nos explica cuáles son esas diferencias y como al paladar resultan tan diferentes. A las distintas razas tenemos que añadir otro componente, el de la alimentación. La D.O. estima que, cuando hablamos de Jamón de Bellota es el procedente de un animal que entra en montanera con 95/100 kilos, reponiendo hasta los 165/175 kilos exclusivamente a base de bellotas e hierbas. Un Jamón de Cebo de Campo es el que corresponde a un cerdfo alimentado en régimen extensivo en las dehesas extremeñas a base de piensos naturales y pastos de la dehesa.

 

 

Miguel Rodríguez Torrescusa maneja con precisión de cirujano sus cuchillos para cortarnos una paletilla Ibérica 100% de Bellota de Jierrito Alejo.

 

 

El Salón del Jamón de Jerez que este año alcanza la XXX edición se celebrará del 9 al 12 de Mayo de 2019.

 

 

Miguel nos ofrece un corte extraordinario, honrando con su saber hacer al jamón y a su ciudad. 

 

 

Aprovechamos la tarde para realizar una visita guiada por el conjunto monumental de Jerez de los Caballeros.

 

 

Comenzamos por la Iglesia de San Bartolomé, declarada Bien de Interés Cultural en 2013. Edificada a mediados del s. XV que nos ofrece una preciosa torre levantada a finales del s.XVIII.

 

 

Muy cerca visitamos la casa natal de Vasco Núñez de Balboa, descubridor del Océano Pacífico, hoy convertida en Casa Museo.

 

 

El periplo americano del jerezano ha dejado un importante legado en la localidad que podemos apreciar en la Casa Museo de Vasco Núñez de Balboa.

 

 

La Fuente de los Santos, la Puerta de la Villa y la Ermita de San Antonio de Pádua conforman un bonito rincón en la zona media de la ciudad.

 

 

Santa Catalina es otra de las iglesias que configuran la silueta de Jerez de los Caballeros.

 

 

Construida a finales del s.XV, está ubicada en el "barrio bajo". Su retablo mayor, con cinco calles separadas por columnas salomónicas resulta verdaderamente impresionante.

 

 

La imagen de Nuestra Señora del Rosario, de origen desconocido, con un extraordinario conjunto de mantos, será llevada mañana en procesión por 30 costaleros.

 

 

Dejamos atrás Santa Catalina para dirigirnos a la Iglesia Parroquial de San Miguel, en pleno casco urbano, por lo que toca subir algunas cuestas.

 

 

San Miguel conserva una decoración interesante compuesta por pinturas que recogen la Santísima Trinidad entre otros.

 

 

El pasillo central estaba separado de la zona de culto reservada a los fieles, uniendo el altar mayor con el coro.

 

 

En la Oficina de Turismo contemplamos, desde su patio, el vuelo del Cernícalo Primilla que acude curioso para sobrevolarnos.

 

 

Desde el Mirador de San Agustin aprovechamos para sacar unas panorámicas de la ciudad.

 

 

Las vistas sobre la población y la dehesa son únicas.

 

 

Terminamos la tarde en la terraza de La Posada de las Cigüeñas que han abierto para que podamos disfrutar de sus espectaculares vistas. La tarde cae y no nos resistimos al placer de tomar un aperitivo en este lugar antes de la cena. Este restaurante es otra de las opciones interesantes que incorporamos a nuestra lista de lugares a visitar en próximos viajes.

 

 

Comenzamos el domingo visitando las instalaciones del Recinto Ferial del Salón del Jamón que se encuentra ultimando los últimos detalles para el encuentro que se celebrará en un par de semanas.

 

 

Santos, de la Oficina del Consumidor, ejerce de guía y nos explica los detalles de este certamen anual que concentra expositores no solo locales, sino también de países como Croacia e Italia que se han incorporado recientemente.

 

 

No queremos darle el protagonismo gastronómico solo al Jamón y, como estamos empezando la Semana Santa, visitamos la Pastelería Canela donde Tomasa nos muestra unas riquísimas torrijas además de satisfacer nuestra curiosidad por el dulce estrella de Jerez de los Caballeros: el Bollo Turco. Una exquisitez que se abre camino en la carta de productos extremeños con nombre propio.

 

 

Aprovechamos para ver entrar en Santa María la Procesión de Las Palmas.

 

 

Recogemos nuestra ramita de olivo en Santa María y continuamos disfrutando de la mañana del Domingo de Ramos en Jerez de los Caballeros.

 


 

Reponemos fuerzas a mediodía en el Restaurante Santa María, donde nuevamente degustamos jamón ibérico 100% a la par que disfrutamos de unas extraordinarias vistas sobre el "barrio bajo".

 

 

En lugar de volver a casa, hemos decidido esperar para ver una de las particularidades del Domingo de Ramos jerezano: la llegada de la Legión que acompañará más adelante a la procesión de La Borriquita. Una familia a la que guardamos en nuestro corazón, haciendo gala de la mejor hospitalidad local, nos cede uno de los balcones de su casa para poder realizar mejor nuestro trabajo.

 

 

La Legión va a paso ligero, por eso tenemos que apresurarnos para llegar a Santa Catalina antes que ellos y poder coger buen sitio para fotografiar la salida de la procesión.

 

 

Vemos salir el paso conocido popularmente como La Borriquita, que recrea la entrada de Jesús en Jerusalén.

 

 

Ver salir la imagen de la Virgen de Nuestra Señora del Rosario sobrecoge, se sea creyente o no. Nos aseguran que es la imagen más venerada de Jerez y nos lo creemos a pies juntillas.

 

 

Viendo el fervor popular que acompaña a la Semana Santa de Jerez iniciamos nuestra marcha con el corazón lleno de tantas experiencias y sensaciones vividas en este fin de semana. Si tenéis ocasión, visitad Jerez de los Caballeros siempre. En Semana Santa mejor y, en el próximo XXX Salón del Jamón, mejor aún.