Reportajes
Puente Ajuda · Ponte da Ajuda
Este puente tiene una longitud extraordinaria, muy superior a la habitual en la época en la que se construyó. Diecinueve arcos de medio punto sostienen una plataforma de 453 metros de longitud y 5 de anchura, con una entrada aboquillada desde el lado portugués y recta en la parte española. Construido con cuarcitas y pizarras, relleno con cantos y argamasa, parcialmente destruido …
Pero Puente Ajuda es mucho más que un puente. Es un edificio que debe recordarnos muchas cosas y hoy en día la principal es la unión entre dos países que durante siglos se han enfrentado y dado la espalda. Desde su construcción fue un elemento de discordia entre portugueses y españoles, pero exactamente ¿Por qué?. No, no es que a los españoles de la época no les gustase ir a Elvas a comer bacalhau, es necesario conocer su historia para comprender en plenitud su significado.
Pedro I de Portugal ordena su construcción en el año 1363, pero la idea no parece gustar mucho a todos y desde el inicio de las obras se alternaron intermitentemente periodos de construcción y destrucción. Su situación en el Río Guadiana, reclamado como frontera por España en este punto, representa un conflicto de intereses entre ambos países ya que Olivenza, situada en la margen más próxima a Castilla pertenece al reino de Portugal. Pero Portugal aburrida por el sabotaje, decide abandona la obra.
No ha pasado aún un siglo y medio y, en 1510, el rey Manuel I de Portugal retoma la construcción del puente, finalizándose esta vez con éxito. El objetivo principal de este puente es la unión entre Olivenza, una de las ciudades importantes del sur portugués de la época, y Elvas, desde donde recibe refuerzos militares cuando la situación lo precisa.
En 1597 algunos de sus arcos no resisten la corriente del agua y resultan destruidos como consecuencia de una fuerte riada. Así se queda hasta que en 1640 el Gobernador del Alentejo ordena la refortificación de Olivenza con la construcción de una nueva línea de muros, lo cual precisa que sea restaurado el paso por el puente.
Y así se hace, en 1641 fue reparado por el general Joao da Costa que sustituyó dos de los arcos dañados por puentes levadizos para evitar así que la corriente se los lleve y, al mismo tiempo, poder controlar su paso.
En 1644 se construye a cada lado del puente un fortín en las elevaciones inmediatas para la vigilancia y defensa del puente, pero curiosamente el refuerzo no funciona y un año más tarde, las tropas castellanas toman el puente y sus fortificaciones, sitiando Olivenza.
Viendo el Marqués de Leganés en 1646, que Olivenza no caía a pesar de estar cercada, retira el sitio y abandona el puente no sin antes volar varios arcos.
En 1668 se firma el Tratado de Lisboa, poniendo fin a la guerra iniciada veintiocho años atrás y España no tiene más remedio que reconocer la independencia de Portugal. Aprovechando la coyuntura y el júbilo de ver que Olivenza permanecía en la parte lusa, algún “vivo” de la época instaura un impuesto, el Real del Puente, mediante cuyo cobro se pretende la necesaria restauración, cosa que no ocurrió.
Entre 1700 y 1704 los ingenieros Manuel Megía de Silva y José de Vasconcellos trabajaron en su reconstrucción y después de tanto trabajo, otra vez las tropas españolas vuelan el puente destruyéndolo parcialmente en 1709, durante la Guerra de Sucesión Española que finaliza en 1715 con la firma del Tratado de Utreh, volviendo a quedar la frontera como antes de la guerra, es decir, con Olivenza en la parte portuguesa. Pero el puente no se reconstruye.
En 1801 tiene lugar la efímera Guerra de las Naranjas que tras 18 días concluye con la firma del Tratado de Badajoz pasando la frontera entre los dos países a estar delimitada por el río Guadiana y quedando Olivenza bajo la hegemonía española. Y el puente tampoco se reconstruye.
En el año 2000 se inaugura un nuevo puente a pocos metros aguas abajo financiado por el gobierno portugués con el que se recupera la comunicación después de casi tres siglos, pero el Ponte da Ajuda sigue sin reconstruirse y así quedará para siempre, contando la historia mientras muestra su abatimiento sobre el río Guadiana. Quizás este empeño, desde que empezó a construirse, el de la existencia en este preciso punto de un paso que cruzase las aguas, que contactara las dos orillas, que permitiese que los hombres y las mujeres de Olivenza y Elvas ajenos a las armas, a los mapas y a los uniformes, pudieran verse, hablar y abrazarse todos los días, quizás este empeño es el que al final ha unido de nuevo la tierra, los países y las personas.
El puente puede visitarse a cualquier hora con las precauciones lógicas. Está declarado Imóvel de Interesse Público por el gobierno portugués y Bien de Interés Cultural por el gobierno español.
Como curiosidad queremos reseñar dos lugares que se nos antojaron mágicos, quizás por las nubes, quizás por la luz. Hay cosas que a un fotógrafo nunca se le pasarían si llevase su cámara encima y fue el caso, aunque no hicimos todas las fotos porque …. … siempre hay que dejar una foto por hacer para volver al lugar.
Capilla de Nuestra Señora de Ajuda.
Es de origen incierto, aunque algunos mantienen que islámico, reforzado por la existencia de una pequeña cúpula. Parece ser que preexistente al puente, al menos en lo que respecta a la mayor parte de su aspecto actual que es de época Manuelina (Manuel I), que no de estilo. Nuestra Señora de Ajuda es la patrona de los navegantes y por extensión protectora también de los pescadores. En el mismo lugar se supone que estuvo una de las fortificaciones y la ubicación de la Ermita se cree que tiene carácter protector sobre el puente.
Ermita de San Isidro Labrador.
Se trata de un edifico aislado, en mitad de un viñedo, a la altura del km 144,7 de la Ex-105, a medio camino entre Puente Ajuda y Olivenza y a unos 50 metros de la carretera, perfectamente visible. Su aspecto actual, a juzgar por la puerta de chapa pegaso parece mas propio de un almacén para guardar aperos de labranza que de un lugar de culto, aunque desconocemos más datos sobre ella ni su destino presente. No obstante, llama la atención por su aspecto y localización, y más en un día como el que elegimos.
Recomendación, guarda esta pista de Youtube, por que merece la pena ser escuchada un día cualquiera sentado sobre las ruinas del puente con un par de auriculares.
Y por último ... ¿Cómo llegar? Haz click aquí: