Reportajes

#méridaenamora ... te enseñamos cómo

Queríamos hacer un reportaje con lo más significativo de Mérida como ciudad Patrimonio de la Humanidad, pero nos hemos dado cuenta de que es imposible resumirlo en diez o quince fotografías. Déjanos que te mostremos cómo vemos nosotros una ciudad que enamora.

A estas alturas resulta baladí empezar a contar qué es Mérida, dónde está, qué es lo que la hace especial y diferente a otras ciudades del mundo, pero queremos contártelo con imágenes porque es lo que más nos gusta, porque esta ciudad que acaba de cumplir 25 años desde su declaración como Ciudad Patrimonio de la Humanidad, encierra sensaciones que no pueden describirse con palabras. Porque hemos preferido soñarla, quererla y mimarla con nuestro trabajo, como homenaje a aquéllos hombres y mujeres que hace dos mil cuarenta y cuatro años se establecieron en "la pequeña Roma". Ell@s también estaban enamorados de este lugar y su legado así lo demuestra.

 

Nuestra invitación, si aún no conoces Mérida, es que vengas a enamorarte a Mérida y a vivir tu amor en esta ciudad.

 

Restos del acueducto romano de San Lázaro. Al final de la imagen se ve el arranque del acueducto conservado que es una nueva construcción del siglo XVI. 

El Circo Romano de Mérida es un edificio imponente por su extensión. En el centro se aprecia la Spina, el eje central que marcaba el recorrido de las carreras de carros.

 

El Centro de Interpretación del Circo Romano musealiza y paneliza toda la información necesaria para que el visitante comprenda y conozca a la perfección el uso y aspecto del edificio original.

 

Mérida fue cuna del cristianismo hispano. La Basílica de Santa Eulalia y su Hornito se levantan en el lugar donde supuestamente fue martirizada Santa Eulalia. 

El Arco de Trajano es una puerta de acceso a un imponente recinto monumental (hoy día bajo los edificios actuales) de uso religioso dedicado al emperador. 

El Mosaico Cosmológico, en la Casa del Mitreo es el más interesante aparecido en Mérida. Recoge escenas religiosas, de la concepción del mundo y de las fuerzas de la naturaleza.

 

La Casa del Mitreo aún conserva parte de los frescos que decoraban las estancias interiores, además de conservar su arquitectura íntegra, lo que nos da una idea perfecta de como era una domus o casa romana.

 

Restos de policromía en una de las columnas de la Casa del Mitreo.

 

Estancias subterráneas cuyo uso aún no está del todo claro dentro de la casa del Mitreo, una de las casas mejor conservadas de la Hispania Romana conocida.

 

Los Voconio son una de las familias cuya existencia hemos conocido a través de este monumento funerario en la zona de Los Columbarios, junto a la Casa del Mitreo.

 

La zona funeraria de Los Columbarios alberga gran cantidad de sarcófagos en piedra, panteones, lápidas y cupas o estelas funerarias como la de la imagen.

 

Próximo a la Casa del Mitreo encontramos el Teatro Romano. Adivinar sus formas a través del seto que lo protege nos impacienta por llegar cuanto antes a su interior.

 

Acceder a las gradas (Caveas) a través de los accesos (Vomitorios) es algo realmente emocionante.

 

El Teatro Romano de Mérida es uno de los mejor restaurado y conservado del Occidente romano. Asistir a una representación en el Festival Internacional de Teatro Clásico forma parte del Turismo Sensorial.

 

Junto al Teatro, el Anfiteatro, el equivalente en la antigüedad a los actuales campos de fútbol. En él encontraban entretenimiento con espectáculos de luchas entre hombres (gladiatura) o entre hombres y fieras (venationes)

 

El Anfiteatro contaba, al igual que el Teatro, con Caveas (gradas) y Vomitorium (acceso). Los espectáculos se desarrollaban en la Harenam (arena).

 

Recorrer el interior del Anfiteatro te traslada a otra época, a otra dimensión. El disfrute está garantizado.

 

Anfiteatro de Mérida. En plena "harenam" resulta imposible sujetar a la imaginación. Vuela sola guiada por los vestigios.

 

Abandonar el Anfiteatro por el mismo lugar por el que lo hacían sus habitantes hace dos mil años es abrir una puerta a la historia.

 

El Museo Nacional de Arte Romano fue diseñado por Rafael Moneo con una exquisitez única. El continente se adapta al contenido abrazándolo, como si desde el principio de los tiempos hubiese estado todo en el mismo lugar. 

 

Pórtico del Foro Municipal de Mérida. Su descubrimiento permitió delimitar los límites del espacio público y su vinculación con el Templo de Diana.

 

El Templo, mal llamado de Diana, del que hoy conocemos su advocación al culto imperial. Es el epicentro de Emerita Ludica, festival de recreación histórica que se celebra cada año en la ciudad en el mes de Junio.

 

La simbiosis entre épocas y estilos arquitectónicos lejanos ha permitido que el palacio renacentista del Conde de los Corbos conserve el Templo de Diana, integrado todo ello, hoy en día, en un edificio contemporáneo que evoca el aspecto romano de su entorno.

 

El Hospital de San Juan de Dios, originalmente Hospital de Santa María, un edificio Barroco que alberga en la actualidad la sede de la Asamblea de Extremadura.

 

La Plaza de España, epicentro de la vida emeritense, reúne un interesante conjunto monumental de palacios y casas señoriales porticadas.

 

La estatua de la Loba Capitolina con la que la ciudad de Roma obsequió a Mérida observa el tránsito de personas sobre el Puente Romano.

 

Uno de los más largos del imperio, el Puente Romano de Mérida cuenta en la actualidad con 721 metros (792 si contamos las entradas) que se soportan sobre 57 arcos visibles y 3 más ocultos en las orillas.

 

Quizás esta imagen ilustra perfectamente el esfuerzo de adaptación que una ciudad, cuyo desarrollo continúa, debe hacer para preservar un yacimiento arqueológico tan profuso como el de Mérida.

 

La Isla existente en el Anas (Río Guadiana) fue empleada ya por los romanos para el establecimiento de un Nundinae (mercado) de ganado al que se accedía a través de un descendedero desde el Puente Romano.

 

La dominación árabe adelantó la muralla de la ciudad, construyéndola sobre el dique de contención de aguas que los romanos habían edificado. Resulta asombroso descubrir cómo los materiales empleados proceden incluso de enterramientos, dada las numerosas cupae que se observan en el lienzo de la muralla islámica.

 

Entrada a la Alcazaba Árabe bajo la lápida que data su puesta en funcionamiento en el año 835 para proteger a los musulmanes de las sublevaciones de la población y establecer un punto de control sobre el Puente Romano.

 

En el interior de la Alcazaba apreciamos los restos de tres murallas de distinta época. La de la derecha, de época fundacional, la del medio de época tardorromana y a la izquierda, la de la fortaleza árabe.

 

La Alcazaba Árabe fue edificada tras demoler y derruir los restos de las viviendas romanas preexistentes, lo cual permitió una óptima conservación de las primeras hileras de sus muros así como del pavimento de las calzadas.

 

El Aljibe de la Alcazaba aprovecha el agua que se filtra desde el rio Guadiana para lo cual hubo que excavar hasta el nivel freático y construir este impresionante acceso.

 

Anexo a la Alcazaba Árabe se encuentra el Conventual Santiaguista un precioso edificio que alberga en la actualidad la sede de Presidencia de la Junta de Extremadura.

 

El Acueducto de Los Milagros salva el valle del Anas Baraeca de los romanos, actual Río Albarregas, para conducir agua a la ciudad.

 

Este es uno de los espacios preferidos por l@s emeritenses para pasear y disfrutar al aire libre.

 

La construcción que salva el valle conserva 825 metros de longitud con una altura en los pilares más altos de 27 metros. Algunos piensan que inspiró a los arquitectos de la Mezquita de Córdoba en su diseño.

 

Piedad de Juan de Ávalos, emeritense de cuna, que dejó su impronta visible en la ciudad con este monumento inaugurado en 1976 con el que la ciudad homenajea a l@s emeritenses que perdieron su vida en todas las guerras en que España participó de forma activa.