Turismo
Domingo de Ramos en Jerez de los Caballeros
Lo que son las cosas. El año pasado a esta hora volvíamos de Jerez de los Caballeros con una bonita experiencia vivida, un montón de nuev@s amig@s, compañeros de otros medios y muchas cosas que contaros. Entre ellas los desfiles procesionales del Domingo de Ramos. En realidad, lo del Domingo de Ramos no era para contarlo entonces, era para contarlo exactamente hoy.
La fatalidad, realmente, ha querido que no podamos vivir este año lo mismo del año pasado. Que conste que lo habríamos repetido. No obstante, lo vamos a contar igual y sobretodo os lo vamos a mostrar para que lo recordéis o lo conozcáis, según el caso.
Jerez de los Caballeros en Semana Santa es como un injerto de nuestra querida Andalucía en Extremadura. Por sus calles empinadas huele a azahar, la temperatura es generosa y permite disfrutar de un agradable ambiente, su conjunto monumental único, un tapeo a mediodía envidiable en cualquiera de los muchos restaurantes o taperías, el mejor jamón ibérico del mundo y unas estaciones de penitencia que no dejan indiferente a nadie, sea creyente o no lo sea. Y es que siempre defendemos que hay, al menos, dos maneras de vivir la Semana Santa: una religiosa, desde la fe y otra pagana desde la admiración al arte sacro y todo su despliegue: la imaginería y los pasos, los templos engalanados con flores, la música, el olor a incienso y el sabor de la gastronomía semanasantera. En Jerez de los Caballeros, los bollos turcos son un clásico que, aunque se comen todo el año, a nosotros se nos antojan propios de estas fechas. Unas pavías de bacalao o un potaje de vigilia tampoco caen mal en el estómago.
El Domingo de Resurrección de la Semana Santa de Jerez de los Caballeros, declarada de Interés Turístico Nacional, cuenta con un desfile procesional de mañana que tiene un marcado carácter local, una autenticidad exquisita. Se trata de la Procesión de las Palmas que, rozando el mediodía sale desde el Templo de San Miguel para recogerse en el de Santa María. Las palmas y las ramas de olivo portadas por l@s vecin@s y bendecidas configuran un recorrido entrañable por las calles del centro de la población.
Después aprovechamos para tapear, porque cometimos el error de no reservar mesa en algún restaurante para comer y todos están repletos. Pero no es problema, el tapeo en Jerez es generoso y de calidad y lo puedes hacer en cualquiera de las muchas terrazas disfrutando del buen tiempo. Cuando vemos el reloj de nuevo nos apresuramos para liquidar la cuenta y salir rápido hacia la Plaza de Vasco Núñez de Balboa, donde en breve tendrá lugar otro atractivo del Domingo, menos típico pero muy arraigado, la llegada de la Banda de Cornetas y Tambores y la Escuadra de Gastadores, Guiones y Piquete de Fusileros del Regimiento de la Legión acuartelado en Viator (Almería) que acompañará los pasos que saldrán más tarde de la Iglesia de Santa Catalina.
Gracias a la generosidad Jerezana, disfrutamos de uno de los mejores lugares donde ver la exhibición legionaria. Una familia nos ha abierto las puertas de su casa y ofrecido uno de los balcones para realizar nuestro trabajo. No saben que es algo que no se olvida nunca. Desde el saliente fotografiamos el desfile y las maniobras que la Legión realiza ante la congregación de un público más que numeroso.
De nuevo corre que te corre. Ha terminado la exhibición y tenemos que llegar a la Iglesia de Santa Catalina para buscar un lugar desde donde tengamos buen tiro para fotografiar la salida de la Procesión de la Borriquita a las 19:00 horas. La plaza es un hervidero de gente y aún esperamos bastante tiempo encaramados a una pared pertrechados con el equipo fotográfico.
La Iglesia de Santa Catalina tiene un interior impresionante. Por la mañana la visitamos mientras preparaban los pasos y nos admiró el espacio, sin columnas, en una sola nave. Realmente todas las columnas de este templo, salomónicas, 34 en total, están en el maravilloso retablo del Altar Mayor, dedicado a Santa Catalina, de estilo Barroco.
Suenan los cerrojos y ceden los goznes de la enorme puerta. Salen nazarenos y la Cruz de Guía, pero la gente se entusiasma, aplaude, grita y se emociona cuando ve aparecer a la Borriquita. Suenan el Himno Nacional y el de La Legión y la gente vibra más aún. El paso es enorme, de gran belleza llevado por costaleros con fuerza, corazón y mucho mérito por las cuestas jerezanas. Avanza y se abre espacio que se va llenando con más nazarenos y más músicos, los de la Banda de Tambores y Cornetas de Nuestra Señora del Rosario, los Catalinos, como así los llaman.
Poco después asoma la Virgen del Rosario y la gente vuelve a entusiasmarse, aplaudir y gritar. La imagen de la Virgen del Rosario, de autor desconocido, es una de las más llamativas y espectaculares de la Semana Santa extremeña. Es llevada por los hermanos de la Pontificia y Real Cofradía de Santo Domingo de Guzmán y Nuestra Señora del Rosario, fundada en 1513 y no hay jerezan@ que no reaccione cuándo se nombra a esta virgen tan venerada.
Desaparecen los últimos músicos y devot@s que acompañan al paso de la virgen y la gente comienza a moverse. Uno teme que aquello sea un caos, pero no lo es. En unos minutos y como por arte de birlibirloque cada cual se ha encauzado por alguna de las calles aledañas y la plaza vuelve a estar despejada. Casi trepamos por las cuestas hasta San Bartolomé para recoger nuestro coche e iniciar el regreso a casa. De vuelta, vamos soñando y pensando en cómo contaremos esto el próximo año (hoy). Lo que no podemos imaginar es bajo que circunstancias lo íbamos a contar.