Turismo

Mamá ... ... ¡no quiero dormir!

Monasterio de Tentudía. Agosto 2020.

 

Eso nos ha ocurrido a todos cuando éramos pequeños. Las noches de verano eran espacios en el reloj que, lejos de tener utilidad onírica, atrapaban, invitaban e incitaban a traspasar la ignota hora marcada como las 12 en aquél cacharro que hacía tic-tac sin descanso en la salita.

 

Luna Creciente de Abril 2020, fotografiada en Mérida durante el confinamiento.

 

Entonces correteábamos por el territorio fronterizo a nuestras respectivas casas en los pueblos, hablando bajito para no molestar, como canta Battiato, o molestar lo justo. Trepábamos a las azoteas y, los más afortunados teníamos un amigo que poseía unos prismáticos con los que explorábamos el cielo pensando encontrar alguna nave del futuro como las que veíamos en “Espacio 1999”.

 

Fregenal de la Sierra, Diciembre 2019.

 

Pero nada de eso ocurría. Las madres y abuelas llamaban a acudir en primera convocatoria a la recogida y los padres en tono más bronco en segunda y última, por lo que siempre nos quedó la curiosidad de ver qué había más allá de la razonable hora de dormir.

 

Castillo de Puebla de Alcocer. Agosto 2019.

 

Quedada fotográfica nocturna. Julio 2020. Es importante planificar y siempre realizar estas actividades acompañado de otras personas.

 

Ahora, en la edad adulta, recordamos todo aquello con una nostalgia feliz y, de vez en cuando, grupos de amigos nos reunimos para salir a observar y fotografiar lo que queda más allá de las 12 de la noche, para leer el cielo con un conocimiento más pleno que el de la infancia y para cazar las estrellas con nuestras cámara porque sabemos que no pueden bajarse para regalárselas a nadie, aunque en ocasiones lo intentamos.

 

Vía Láctea sobre el Embalse de la Serena. Agosto 2019.

 

Lugares que en los últimos 12 meses nos han causado insomnio han sido Fregenal de la Sierra, Puebla de Alcocer, la Fortaleza de Casas de Reina, el Castillo de Feria, Medellín, Mirandilla, Alange, Jola en Cáceres, Cornalvo y el pasado Viernes pudimos disfrutar de una extraordinaria noche de estrellas en el Monasterio de Tentudía. Eso sí, ya no teníamos que mirar el reloj y pudimos tomar un delicioso vino de la comarca mientras veíamos como el cielo nos arropaba y comprendíamos que solo somos una infinitesima parte de eso que nos dijeron que se llamaba universo.

 

Orellana de la Sierra. Agosto  2019.

 

Alcazaba de Reina. Agosto 2019. 

 

Feria y su castillo en una noche estrellada visto desde la Carretera BA-071. Agosto 2019.

 

Vista nocturna del Puente monumental de Medellín. Septiembre 2019.

 

Iglesia de la Magdalena, en Mirandilla. Agosto 2019.

 

Pilón junto a la Ermita de los Remedios en Fregenal de la Sierra. Sobre él, la Constelación de Orión. Diciembre 2019. 

 

Ermita de Nuestra Señora de los Remedios, Fregenal de la Sierra, Diciembre 2019.

 

Castillo de Alange durante una quedada de fotografía nocturna, Julio 2020. 

 

Pantano de Alange desde el Castillo. Al fondo, distintas poblaciones de la Comarca de Barros. 

 

Panorámica nocturna en el Castillo de Alange. En el tercio izquierdo de la fotografía pueden apreciar el rastro de dos satélites.

 

Vía Láctea en el Camping Aguas Claras, en las proximidades de Jola, Agosto 2020.

 

Luna Llena del confinamiento. Mérida, Abril de 2020.

 

Luna Llena sobre la Presa Romana de Cornalvo. Agosto 2020. 

 

Monasterio de Tentudía. Agosto 2020.

 

Vía Láctea en el Monasterio de Tentudía. Agosto 2020. 

 

Vía Láctea y su Centro Galáctico desde el Monasterio de Tentudía, Agosto 2020.

 

Vía Láctea y su Centro Galáctico desde el Monasterio de Tentudía, Agosto 2020. 

 

Vía Láctea y su Centro Galáctico desde el Monasterio de Tentudía, Agosto 2020.

 

Centro Galáctico de la Vía Láctea sobre el Monasterio de Tentudía, Agosto 2020.

 

Vía Láctea y su Centro Galáctico desde el Monasterio de Tentudía, Agosto 2020.

 

Vía Láctea sobre el Monasterio de Tentudía, Agosto 2020.