Carnaval... te quiero

El pasado año celebramos los carnavales "por los pelos" o "in extremis". Aunque algo presagiaba la que se nos venía encima, no supimos verlo a tiempo. El año había arrancado de forma normal. Los actos con aglomeración de público se celebraron como si nada (FITUR, FIO, Carnavales...) y en Marzo nos llegó la gran debacle. ¡Quién iba a pensar que algo así ocurriría!. Ahora, un año después del carnaval, vemos con añoranza estas imágenes. Nos resulta muy triste no poder repetirlas en cada lugar donde se dieron. Más triste aún es la dura realidad de quienes no podrán volver a vivirlas jamás.

Pero... ¿Cómo hemos llegado hasta aquí?. Parecía algo lejano, una "cosa de chinos". Algunos incluso se disfrazaron del maldito bicho. Quizá sea un cúmulo de cosas. Una terrible mezcla de mala fortuna, desaciertos e irresponsabilidades. Algo de lo que todos, sin excepción, debemos aprender. Nuestro turismo está pagando un precio altísimo, atroz. También los comerciantes, hosteleros, alojamientos... Este año no había nada que celebrar. Así se nos dijo y así lo hemos cumplido. Deseamos que no quede en eso, en la acción puntual, sino que se convierta en tónica de responsabilidad para todos los que tenemos que luchar, de la manera que sea, contra esta enfermedad. Confiamos en que el fin está cerca, pero no nos dejemos vencer en el último momento. Sigamos, luchemos, cumplamos y recomendemos cumplir todas las medidas de prevención para salir cuanto antes de esta situación. Tenemos que "ajustar cuentas" de abrazos y besos pendientes.

Al fin y al cabo... nos debemos una vida feliz.

Aunque se trata de dos carnavales muy diferentes son absolutamente imprescindibles y os recomendamos a todos vivirlos en cuanto se recuperen: El Carnaval Romano, en Mérida y La Pedida de la Patatera, en Malpartida de Cáceres.