Turismo

Castillo de Alconchel

Aprovechando una de las primeras excursiones que el levantamiento del cierre perimetral de las poblaciones en Extremadura nos ha permitido, hace unos fines de semana encaminamos nuestros pasos hacia Alconchel para conocer su castillo. Aunque habíamos partido de Mérida, optamos por viajar hasta Badajoz y de allí hasta Olivenza para dirigirnos finalmente hasta Alconchel, distante 45 kilómetros de la capital pacense, por buena carretera y situada entre Olivenza y Jerez de los Caballeros en plena Comarca de los Llanos de Olivenza. Haz click aquí para ver y planificar tu viaje con Google Maps.

 

 

El castillo está levantado sobre el cerro de Miraflores, del que toma su nombre, dominando la población de Alconchel y en una posición estratégica privilegiada en la zona fronteriza hispanolusa.

 

 

Fue erigido en época del Gran Emir Abd-Al-Raman (822-852) sobre el promontorio flanqueado por un pequeño río que hace de defensa natural, aunque de esa época no queda ningún vestigio. Sí existen restos de épocas anteriores, curiosamente. En los alrededores fueron halladas lápidas romanas, restos de columnas y murallas ciclópeas que hacen suponer una ocupación de época romana o incluso anterior, pero también visigoda ya que se localizaron monedas de esta época en la falda del cerro.

 

 

La fortaleza actual es de fábrica cristiana. El punto fuerte fue arrebatado por Alfonso I de Portugal en 1166 tras pasar por manos portuguesas y del Reino de León. También estuvo vinculado a la Orden del Temple tras cuya desaparición pasó a la de Alcántara.

 

 

Originalmente disponía de tres recintos amurallados concéntricos.

 

 

Punto estratégico, como dijimos, tuvo su importancia en numerosos enfrentamientos entre Portugal y España a lo largo de la historia.

 

 

La fortaleza es visible desde muchos kilómetros a la redonda y, en nuestro viaje desde Olivenza, fue el objetivo en el horizonte durante casi todo el trayecto. 

 

 

El acceso es sencillo desde la carretera. Una pista nos conduce hasta el recinto amurallado y tras dejar el coche en un aparcamiento, hay que iniciar por una calzada empedrada el ascenso hasta la entrada. Esta se hace a través de un arco de estilo gótico y sus murallas cuentan con torres cilíndricas en las esquinas sobreelevadas con relación al lienzo el lienzo. También encontramos elementos de influencia mudéjar. Su estado de conservación permite la visita íntegra, paseando por los adarves y pudiendo coronar la torre del homenaje, de planta cuadrada y tres pisos de altura.

  

 

Actualmente el castillo cuenta con dependencias para el hospedaje y salas de exposiciones. También cuenta con un centro de interpretación de los castillos de esta zona fronteriza.

 

 

Lo que no está del todo claro es la existencia de los típicos y legendarios túneles que, en este castillo, se afirmaba que lo unía con la Iglesia uno, y otro con la Ermita de la Esperanza, por lo que dejamos este anecdótico dato a las creencias populares fabuladas de un edificio tan enigmático como suele ser un castillo. Esperamos que disfrutéis de la visita.