Turismo

Hervás, la cápsula hebrea

Situada en el Norte de Cáceres, en el Valle del Ambroz, en las estribaciones de la Sierra de Béjar, Hervás es uno de esos pueblos a los que uno viaja recurrentemente porque algo hay que, cuando la visitas por primera vez, te atrapa y atrae continuamente.

 

 

Y es que Hervás es una verdadera cápsula que guarda el tiempo pasado para poder vivirlo en el presente. Hasta el aire que baja de la sierra da la sensación de ser de otra época.

 

 

El encanto de su judería es infinito. Callejuelas en pendiente, salpicadas de macetas típicas de lugares sombríos y frescos como las aspidistras y otras muchas que aportan mil colores al ambiente, gatos que deambulan silenciosos pero atentos, acostumbrados al turista y que en ocasiones hasta posan. Mantiene aún parte de su elaboración artesanal de cestas de castaño a la que se incorporó después el mimbre, ideales para recoger setas por estas sierras.

 

 

El origen de la villa data del siglo XII. Tras la expulsión de los árabes que habían ocupado el lugar se levantó un castillo y en torno a él la población creció, dando acomodo a gran cantidad de hebreos que instalaron a partir del siglo XIII la que hoy es una de las más famosas y visitadas juderías de nuestro país perteneciente a la Red de Juderías de España. 

 

 

En Hervás convivieron cristianos y judíos pacificamente, dedicados a numerosos oficios que hoy recogen el nombre de algunas de sus calles y dejando una impronta en el trazado urbano que ha condicionado la evolución del pueblo hasta la fecha. En 1498 los Reyes Católicos decretan la expulsión de los hebreos que no se conviertieran al cristianismo.

 

 

Pero aproximadamente la mitad de los judíos decidieron abrazar la fe cristiana y permanecieron en Hervás. Incluso parte de los que se marcharon volvieron años después como nuevos cristianos. Hay evidencias de que muchos de ellos continuaron ejerciendo sus ritos hebreos en secreto lo que no pasó desapercibido para la inquisición, provocando la ejecución en la hoguera de algunos de sus habitantes.

 

 

Sus casas son vistosas, realizadas con madera de castaño y paredes de adobe, algunas a la vista, otras encaladas y varias con tejas en sus fachadas para proteger las viviendas de la lluvia y humedad.

 

 

Recorriendo el pueblo y los bosques de castaño que rodean a la población experimentarás sensaciones que dejarán huella en tu memoria, no tenemos ninguna duda. Alojamiento y gastronomía son ideales para redondear una excursión o estancia de fin de semana.

 

 

Si quieres saber cómo llegar a Hervás en moto o en coche te dejamos un enlace a Google Maps para que puedas planificar tu viaje haciendo click aquí.

 

Y te recomendamos también que eches un vistazo a nuestro reportaje sobre el Puerto de Honduras que publicamos hace un par de año. Pasar desde Hervás al Valle del Jerte es uno de los recorridos más bonitos de nuestra región.