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Pueblos Nuevos
Denostados y olvidados. Para muchos estigmatizados bajo la lacra del régimen franquista. Los pueblos de colonización son un recurso levantado no solo con ladrillos y hormigón, sino también con el esfuerzo de hombres y mujeres, los colonos, que en buena parte llegaron a Extremadura en condiciones penosas. Tan penosas y duras como las que una postguerra civil puede provocar. El diseño de estos pueblecitos, hechos a medida, es racional y vanguardista, a mí incluso se me antoja minimalista. Arquitectos como Alejandro de la Sota, Manuel Rosado, José Luis Fernández del Amo, Miguel Herrero o Jesús Ayuso se encargaron de dar forma y adaptar los pueblos a cada realidad geográfica con unas premisas muy claras de funcionalidad.
Los orígenes de esta planificación están en 1902, al inicio del período constitucional del reinado de Alfonso XIII, cuando se elabora el “Plan Gasset” de Canales de Riego y Pantanos. Este incluía 205 obras de las que 22 se encontraban en Extremadura. Aquél plan quedó en el olvido hasta que en tiempos de la República, en 1933 se promulgó el Plan Nacional de Obras Hidráulicas que se vio interrumpido por la Guerra Civil Española. Tras la contienda se creó el Instituto Nacional de Colonización (1939) y se trazó un nuevo Plan de Obras Hidráulicas (1940). Más tarde, en 1952 comenzaron a materializarse las actuaciones basadas en la Ley de Grandes Zonas Regables bajo el Plan Badajoz, denominación abreviada del Plan de Obras Hidráulicas, Colonización, Industrialización y Electrificación de la Provincia de Badajoz. Este pretendía aprovechar al máximo los recursos hídricos del Río Guadiana a su paso por la provincia, en concreto por la comarca de Vegas Bajas.
Entre los años 40 y 70 se parceló la tierra y se transformaron amplias superficies de terreno secano en regadío gracias a la construcción de caminos, carreteras, poblados y pantanos que, además, tenían capacidad productiva de energía hidroeléctrica.
Así se le daba solución a la hambruna y pobreza que la Guerra Civil Española había creado en la población. La postguerra fue un período oscuro y dramático para este país en el que muchos de sus habitantes estuvieron condenados a la escasez más básica y cruel que puedas imaginar. En Extremadura se crearon 63 pueblos de colonización de los cuales 14 fueron ubicados en las Vegas Bajas del Guadiana. He querido viajar por ellos para poder mostrarte su arquitectura y realidad actual, más de 70 años después de su construcción.
La dedicación principal de quienes los habitan, hoy en día, continúa siendo la agropecuaria. Los primeros colonos supieron rentabilizar, en su mayoría, el lote que recibieron del Estado. Así, cada familia agraciada fue beneficiaria de una parcela, una casa, una yunta de vacas “colorás”, una yegua serrana y una vaca lechera. Aquello era una oportunidad para comenzar de cero, para resarcirlos de la pobreza en la que la postguerra los había sumido. Una nueva vida se dibujó en el horizonte de los afortunados y hoy, dos generaciones y media después, esa vida es bien distinta como consecuencia del trabajo y sacrificio de aquellos primeros pobladores. Hoy tractores y cosechadoras especiales, ambos con aire acondicionado, semillas manipuladas, drones y empresas tecnológicas de servicio a la agricultura han aumentado la productividad hasta convertir las Vegas del Guadiana en una de las mayores productoras europeas de fruta de hueso, verduras y hortalizas.
Iniciaremos el periplo en Alcazaba que cuenta con unos 250 habitantes, siendo uno de los pueblos más pequeños de los de colonización.
Alvarado se encuentra en la parte más meridional de la Comarca. A tan solo 18 kms. de Badajoz, sus almas se cuentan en torno a las 330 personas.
Balboa con 527 habitantes posee una preciosa y amplia plaza. Se encuentra a un kilómetro del Aeropuerto de Badajoz.
Barbaño tiene algo más de 650 habitantes. Es Entidad Menor dependiente de Montijo y fue inaugurado en 1956. Su emplazamiento se encuentra próximo a la espectacular Villa de Torreáguila, una explotación agropecuaria romana premonitoria del destino de estas tierras.
Gévora es uno de los Pueblos de Colonización más grandes de la Comarca. Tiene unos 2.473 habitantes y es pedanía del Ayuntamiento de Badajoz de la que se encuentra a 5 kms.
Guadajira fue a construirse curiosamente en un lugar que ya había sido habitado anteriormente. En su término municipal se han excavado algunas necrópolis relacionadas con el período orientalizante y se han encontrado cerámicas de origen ático, de engobe rojo tipo Medellín, asas de brasero ritual… En la Finca La Orden se encuentran restos de una villa romana del siglo I. Existen indicios suficientes para localizar en Guadajira la ciudad tartésico-turdetana de Dipo de notable importancia ya que llegó a tener ceca propia y emitir ases y duplos. No se conserva ningún vestigio que pueda ser visitado ni documentado y albergo la esperanza de poder ver pronto alguna campaña de excavaciones. Tiene 523 habitantes, es Entidad Menor dependiente de Lobón y su curioso y laberíntico trazado se adapta a la orografía del lugar donde se encuentra construida. Fue fundada en 1958.
Guadiana, comenzó a habitarse en 1950 cuenta hoy con 2.492 vecinos, siendo una de las poblaciones más grandes del Plan Badajoz junto con Pueblonuevo del Guadiana, Gévora y Valdelacalzada. Allí llegaron 276 colonos procedentes de varios lugares de Extremadura y Andalucía. Es Entidad Local Menor perteneciente a Badajoz.
Lácara, junto con Alcazaba es uno de los Pueblos de Colonización más pequeños de la Comarca. Pertenece al partido judicial de Montijo de cuya ciudad es pedanía. Sus habitantes rondan los 250.
Novelda del Guadiana con 931 habitantes sobrevive con una economía agrícola basada en el cultivo del maíz, tomate, frutales y otros productos hortofrutícolas.
Pueblonuevo del Guadiana y sus tierras procuran hoy el sustento de unas dos mil personas habiendo sido fundado en 1956. En sus proximidades se encuentra una de las muchas villas romanas ubicadas junto al río Guadiana, la Villa de Pesquero, de la que proceden dos vistosos mosaicos expuestos en el Museo Arqueológico Provincial de Badajoz.
Sagrajas, pedanía de Badajoz, es una apacible población que hoy sobrepasa el medio millar de habitantes. Unas 100 familias se establecieron en 1956 en el mismo lugar en el que, siglos atrás (año 1086), tuvo lugar la cruenta Batalla de Sagrajas entre las tropas cristianas de Alfonso VI y las almorávides de Yúsuf Ibn Tasufin en la que fueron derrotados los españoles. Las fuentes hablaron entonces de unos 30.000 muertos que las fuentes historiográficas actuales consideran exagerado.
Valdebótoa, otra pedanía de Badajoz. Mantiene en su censo unos mil trescientos habitantes que viven principalmente de los productos obtenidos de la explotación agrícola y ganadera de su entorno. Fue fundada en 1958. Se encuentra a 12 kilómetros de Badajoz y en las proximidades de la Base Militar General Menacho.
Valdelacalzada fue el primer pueblo de colonización de las Vegas Bajas del Guadiana, siendo fundado en 1948. Sus 2.731 vecinos se dedican principalmente al cultivo, recolección, transformación y distribución de fruta de hueso, siendo una de las principales poblaciones productoras del Europa.
Para finalizar con el recorrido por orden alfabético, visité Villafranco del Guadiana, la única que mantiene en su nombre una referencia al general y que probablemente deba cambiar en unas semanas para dar cumplimiento a la Ley de Memoria Democrática. Sus aproximadamente 1.500 habitantes no están muy de acuerdo con ello y se aferran al nombre que conocieron desde pequeños sin aplicar connotaciones políticas. Fundada en 1958 por 100 familias de colonos procedentes mayormente de otras poblaciones de Extremadura y Andalucía, basa hoy su economía en la industria conservera del tomate y de la transformación de hortalizas.
Para saber más, recomiendo leer al profesor Artemio Baigorri, un verdadero experto en el tema y un verdadero lujo para ampliar conocimientos.
Tambien puedes descargarte el Catálogo de Pueblos Colonos de la Diputación de Badajoz.