Texto y fotografías de: Diego J. Casillas Torres
12 February 2025 | Fuente: www.miextremadura.com
Javier López Oliva es curioso, culto, muy espiritual, tremendamente honesto… una persona singular y además alguien que desprende luz, mucha luz. Con casi seis años sintió la llamada de la percusión, en su Buenos Aires natal. El ritmo es algo que lleva dentro, un gen dominante en su persona. Se denomina artista polifacético y persona de espíritu inquieto. Es director y fundador de la compañía Tupá Percusión Teatral, músico, formador, actor, vestuarista, videocreador, compositor y clown.
En 2002 funda el Movimiento Santuka en Tenerife y en 2009 crea Santuka de Fuego en Casar de Cáceres. Más tarde, en 2020 impulsa la batucada Santuka Sondepaí en Montijo para difundir todo un universo de ritmos afrobrasileños a golpe de percursión por las calles de Extremadura y otras comunidades autónomas. A Javi, este golpe le nace y retumba en el pecho, une su corazón con su mente y cuerpo para llegar a sus pies y así convertir nuestras calles en un gran escenario teatral y musical a su servicio, un espacio de fiesta en el que el espectáculo está garantizado no solo con el ritmo sino también con maquillajes llamativos, vestuarios exóticos y elementos como la gran figura del pasacalles Prometeo que captan inmediatamente la atención de quien acude a verlos.
Con todos estos ingredientes, Javier López Oliva ha cocinado una receta que se ha convertido en una verdadera filosofía de vida. Y así solo se puede ser especial, muy especial, pero… BAIBAI… ya es otra cosa. Y hoy me he acercado a la "Sala La Idiota" en Badajoz para disfrutar de una de las representaciones más curiosas y conmovedoras que he tenido la suerte de vivir.
Quienes nos hemos enfrentado a la muerte de seres queridos no vemos otra manera de enfrentar estas situaciones más que desde el dolor. Aquí Javi da un giro para ver lo inevitable como una oportunidad de vida. Cándido, el protagonista, descubre que su felicidad es total, que ha alcanzado todos los sueños que se había planteado y que ha cumplido su ciclo vital. En ese momento lo invade una necesidad irrefrenable de despedirse del mundo pero antes debe hacer un viaje por sus recuerdos, emociones y reflexiones.
“La muerte es la más sorprendente de las noticias previsibles. Despidámonos con una sonrisa en el alma”.
Charlamos mientras se prepara para la actuación. Una conversación que tenía muchas ganas de tener con Javi.
Javi, comencemos por el principio, por ese niño inquieto que se lanza a bailar samba, a tocar un repique o cualquier otro elemento que le permita arrancar distintas notas que acompasen el ritmo que nace en su interior. ¿Qué era eso tan fuerte que sentías dentro de ti como para lanzarte a esta aventura?.
Creo que el comienzo de la historia es el mismo motor que me sigue moviendo ahora. Es una mezcla de inocencia y consciencia. Quiero decir con esto que cuando uno se descubre como un transformador del mundo, si te creés mucho ese papel, perdés fuerza. Es interesante ser consciente de que lo sos pero tenés que mantener tu inocencia y la consciencia de que vos hacés lo que amás con pasión para, así, poder transformar el mundo.
Digo esto porque cuando empecé, realmente, no era muy consciente, y mucho menos con esas edades. Fue como un trasvase de valores de mi familia y mis amigos que me fue enamorando. La percusión no fue la que me enamoró como tal, fue descubrir una herramienta que a día de hoy la sigo utilizando de la misma manera. No me considero un estudioso de la percusión, no me considero tampoco un gran percusionista, sino que para mi la percusión es el medio que me permitió crear Santuka.
¿Cuándo y por qué decides abandonar tu país?
Fue en 2002 y fue como consecuencia de un cúmulo de situaciones. Me sentía como si me hubiesen puesto a hervir en un cazo de agua que estaba tibia. Poco a poco la temperatura iba subiendo y pensé que en algún momento tenía que salir de allí porque me iba a quedar hervido. No me parecía nunca que fuese buen momento, pero sentía que tenía que tomar la decisión. Ví como había pasado de ser feliz en mi infancia por las calles de Buenos Aires y estar tomando mate con las familias afuera a, de repente, estar entre un montón de rejas, un manojo con muchas llaves cerrando un montón de puertas y sentirme perseguido por las calles. Vine acá y lo que vine buscando, que era tranquilidad, lo encontré por suerte. Necesitaba tranquilidad para poder caminar por la calle con libertad.
¿Y por qué Extremadura?
Primero llegué a Tenerife y fundamos la primera tribu Santuka. De Tenerife me fui con la que entonces era mi pareja y nuestras dos hijas a Granada, allí montamos Espíritu Santuka. Un amigo que había conocido en Tenerife participó en un montaje de Karlik Danza Teatro, "Prometeo, del fuego a la luz", para el Festival de Mérida en 2005. Karlik estaba buscando otro percusionista, mi amigo me recomendó y fueron a buscarme a Güejar Sierra. Sabían que yo hacía cantos armónicos y didjeridou, que ahora lo tengo un poco más abandonado, y me trajeron para hacer esa producción. Accedieron también a traer a toda mi familia. Hice la producción y me volví a marchar. Después volvieron a contar conmigo para hacer “Maleta de ida y vuelta” para representar a Extremadura en la Expo de Zaragoza, hicimos una gira por Extremadura, y me volví otra vez para Granada. En ese momento me acababa de separar de mi pareja y tuve un sueño extraño. El sueño duraba varios días y en él yo trabajaba en La Nave del Duende. David me enseñaba a soldar y también tenía que ir a buscar gente al aeropuerto, organizaba las reuniones y ayudaba a montar el escenario… Me desperté como desencajado, para mí ya era como como si hubiese estado ahí ¿no?. Entonces le envié un mensaje a David y le dije “mirá, soñé esto… ¿qué te parece si me voy a vivir a Extremadura”. Me contestó que no podía ofrecerme un trabajo fijo pero que se acordaba de mí con frecuencia y le encantaría que estuviese aquí. Me vine y, afortunadamente, desde que llegué a Extremadura, no tuve que hacer otras cosas que no fuesen acciones relacionadas con el arte. Además, como tengo ese factor polifacético… se abrió el espectro. Extremadura siempre me abrazó mucho.
¿Estoy hablando mucho?
No, jajajaja (sonreímos ambos).
Te he visto casi siempre “jugando con fuego”. ¿Qué significa el fuego para ti?
Yo soy más aire. A mí me gusta mucho el aire. Claro, el aire y el fuego se complementan. De hecho tengo una fotografía tuya que me gustó un montón, que uso mucho. Me gusta hablarle al fuego, soplarle al fuego y con mi aire ver cómo se mueve. Sé que se alimenta con el aire. Yo no soy tanto fuego sino más bien amigo de él. Me considero una persona superapasionada y muy encendida, por eso creo que somos grandísimos amigos. Me encanta andar cerca de él, y tenemos una excelente relación. Mira, yo sé que es peligroso pero nunca me causó ningún problema. Nunca me quemé, ni quemé a nadie que estuviese cerca. Nos tenemos un gran cariño y respeto. Nos respetamos mucho, tenemos nuestras consideraciones. Pero nunca me asustó, nunca me dio un susto, digamos
Las notas ancestrales, tribales y especialmente célticas están muy presentes en tus montajes de calle. ¿Cómo entronca alguien de origen latino la cultura celta dado que tienen raíces muy diferentes?
Justo hace poco estuvimos en la Ruta del Emperador Carlos V. Me preguntaron qué tenía que ver… Yo lo tengo claro. Me da igual que sean Celtas, Cheyennes o Maoríes. A mí lo que me gusta de las culturas es el contacto con lo natural, con lo auténtico, con los ancestros, con la gente, poder conectar. Eso es lo que me parece realmente importante.
Claro, en Latinoamérica se encuentran influencias de la cultura africana que se unen a las nativas americanas y, a su vez, se ven influenciadas por las aportaciones que llevaron los europeos. ¿Esa mezcla es el motor que mueve tus espectáculos?
Fijate que en Argentina es inevitable todo esto que dices. Mi abuelo materno, mismamente, nació en Estados Unidos y era de origen italiano, de Milán. Mi abuela materna era criolla, argentina. Mi abuela paterna, mi oma, nació en Austria y mi abuelo paterno era español, de Algarrobo, en Andalucía. Fijate, Argentina es un crisol de razas, culturas y orígenes. Justo en todo esto que nombraste me hubiera faltado algún indígena de América del Sur aunque seguro que mi abuela materna tiene indudablemente sangre de allá por su origen criollo. Inevitablemente, todo esto, me lleva a un enriquecimiento precioso que no puedo dejar atrás en mi arte.
Eres ciudadano español, no sé si aún conservas la nacionalidad argentina, pero lo que más me importa es que intuyo que te consideras ciudadano del mundo o quizá del Universo. Háblame de esto un poco.
Bueno, creo que me quedé en una especie de limbo. El mundo es muy amplio y hermoso pero sí que es verdad… no sabría responder de dónde soy. Nací allá, ahora vivo acá, casi llevo la misma cantidad de tiempo vivido acá que allá y, sinceramente, digo que no es una respuesta fácil para mí. No me siento español, tampoco diría que soy argentino y soy a la vez las dos cosas, me siento identificado con los dos orígenes. Pero, sinceramente, he estado en muchos lugares donde me he sentido un pedacito de algo de ese lugar.
Eso es que eres humano, Javi, eres de nacionalidad humana.
La humanidad realmente me mueve un montón y me gusta ver las particularidades de cada etnia, de cada lugar, las culturas, las pieles, los razonamientos tan distintos. Me parece alucinante haber podido viajar y meterme en los pueblos, no viajar como turista, sino mezclarme entre la gente. Sinceramente creo que es algo que todo el mundo tendría que hacer en algún momento. Quizá de esta forma todos seríamos mucho más amplios y empáticos.
¿Hasta qué punto te afecta o afectan a tus montajes la situación global?. Me refiero a las terribles guerras que estamos viendo, el flujo migratorio, la despoblación, la pobreza cada vez más generalizada y esa absurda manera de vivir que poco a poco se va imponiendo.
Mirá, desde que estoy en Montijo, estoy viviendo muchísimo teatro, porque allí tenemos la suerte de tener un gran teatro con una amplia programación, tenemos la cercanía de Puebla de la Calzada con su festival, también Mérida y Badajoz. Esto me hace ver mucho teatro de compañías amigas y de otras que vienen de fuera. Lo que más reviso siempre es lo mismo que hago yo en mi compañía, es qué mensaje doy. Como artista y como creador de un espectáculo vos sos un megáfono. Hay muchas maneras de ser megáfono. Vos, Diego, a través de tu profesión también lo sos. ¿Y qué vas a contar?, ¿De qué manera?, ¿De qué vas a hablar? ¿Y qué mensaje vas a dar? ¿Qué tema le vas a dejar a la gente para que después comenten cuando terminen de ver tu obra y se vayan con sus amigos?.
Vos estuviste en el pre-estreno de EN LA NUBE... esa fue una super-producción con 8 artistas en escena, tres técnicos y mucha complejidad de elementos pero toda la creación estuvo orientada a tratar el tema de nuestra adicción a las nuevas tecnologías... Estos Dioses del Olimpo enganchados a las aplicaciones de sus móviles que reciben a un Sócrates que acaba de morir y no entiende nada de lo que pasa... Es que, realmente, muchas veces nadie entiende nada de lo que está pasando.
Quiero pensar que dejo un mensaje, es la intención. Ahora con BaiBai, por ejemplo, lo siento muy directamente. Quizá porque es tan íntimo… Pero quiero creer que todos los espectáculos que he creado desde el principio han hecho un poquito de tilín acá o allá, en algún lugar de las personas, para que sean más empáticos. Porque la empatía me parece algo tan mágico…, me parece que es amable, que engloba y abraza. Me encanta creer que colaboro a eso. Ojalá. Desde que empiezo a crear algo estoy siempre pensando justo en eso, en mover algo en las personas que lo ven.
¿Ha conseguido Javier López Oliva cumplir todos sus sueños, como Cándido?
Jajajajaja, ¡Ostrin!. Verás, yo me siento muy cómodo haciendo de Cándido. Cándido es… como un Javi exagerado, digamos. Representa un poco los conceptos que yo fui asumiendo en este corto aprendizaje que he tenido hasta ahora. En este momento me siento hambriento de seguir investigando en el clown porque creo que tiene una profundidad infinita. Con lo poco que he estudiado de la disciplina clown, con lo que he podido revisar, creo que he entendido algunos pilares y, una de las cosas es que se trata de uno mismo pero ampliado. Ampliado y dirigido hacia algunos aspectos.
Cándido es la mejor… me encanta decirlo así, con la boca abierta… es la mejor versión de mí.
Fíjate, Javi, que me acuerdo todos los días de ti, cuando veo en la pared el título de las últimas voluntades de Cándido que me regalaste…
…¡Uuuuuh!, ¡Qué loco!, jajajajaja… Es que BaiBai está escrito por mí y para mí. Al personaje, Cándido, le puse ese nombre porque realmente quiero que se aleje un poco de mí, por ese lado clown. Y quien me conoce sabe que no estoy en ese punto aunque Cándido es yo mismo. Porque, tranquilamente, me podría ir con una sonrisa. Yo cumplí ya todo mi sueño.
¿Y sientes, como Cándido, la necesidad de despedirte de alguien o de algo? ¿Por qué?
Me atrevería a decir que no, aunque... Hace unas semanas nos fuimos todos a Tenerife. Clari, mi pareja, mi hijo Río y mi mamá fuimos a ver a Colo, la madre de mis otros tres hijos. Estaba ella, con su actual pareja y también sus dos hijos, que no son míos y a los que llamo mis nohijos. Estábamos todos juntos, hicieron pizza para todos y pasamos juntos varios días... Fue muy bonito.
Una noche yo miraba de lejos esa familia tan hermosa que tengo, porque todas y cada una de las personas que estaban allí son mi familia. Y pensé en ello. Me volví de allá con algunas tareas pendientes. Cuando me separé de mi primera pareja creo que, por mi forma de ser, estuve un poco ausente de mi tarea de padre. No creo que haya ningún reclamo pero, viéndolo así, y ahora estando vivo, siento la necesidad no de despedirme pero sí de completar bien las tareas.
Ahora tengo a mi mamá acá, y le estoy devolviendo todo lo que me ha dado por ser mi mamá, la vida misma. Es un lujazo tenerla cerca, un lujo que no todo el mundo puede tener. Poder cuidar a tu madre, llevarla al médico, tomar unos mates… lo mismo querría tener con mis hijos ¿no?
¿Cómo se te ocurrió mezclar una cosa tan seria como la muerte con algo tan opuesto como el humor?
Creo que… donde se encuentran, y Cándido hace mucho hincapié en esto, es en el concepto de pequeña muerte. Me gusta mucho esa idea, porque no es, como cuando dice Cándido en un momento dado… ¡La gran muerte!, que es cuando ¡pum! te moriste, y se acabó, se apagó la televisión. Nuestras vidas están llenas de pequeñas muertes. Por ejemplo, esta entrevista, nació hace un momento, y la veníamos programando, como cuando decidimos tener un hijo y decidimos tenerlo acá, nos sentamos y nació nuestro hijo que es este encuentro y sabemos que en los próximos minutos va a morir. Creo que eso le da una levedad al concepto de la muerte y más visto en la amplitud de que todos nacemos y morimos en algún momento. Tenemos el permiso para reírnos de eso, porque es leve.
Ocurre que en este lado del mundo es tan doloroso el concepto de la muerte que reírte de ello parece una falta de respeto. Eso lo tuve muy presente durante la creación porque no quería que nadie se sintiera faltado al respeto. porque no sé a quién le voy a hablar.
Además de éxito, público, etc. ¿Qué esperas conseguir con BAIBAI? o mejor dicho ¿Qué quieres mover con este montaje en las personas que vayan a verlo.
De verdad que yo me quiero mantener inocente. Salgo con la ilusión con la que ayer estuve ensayando y con la que hoy vengo acá. Toda la recaudación va a ser donada para la Sala La Idiota porque tienen que cerrar y se quedaron con una deuda… O sea, esta es mi terapia. Lo bueno, e inocentemente y, porqué no decirlo, un poco inconscientemente, aunque no sea del todo real, yo me quiero mantener más en la inocencia que en la conciencia.
Me sano con ello y después, que cada uno rescate ahí lo que sea capaz. También sé que si yo me mantengo inocente y hago autoterapia, me autosano y los demás se van a sanar también. No lo voy a hacer para sanar a los demás, pero sucede.
Me ocurrió con la batucada y… BaiBai es como una bomba para mí, para mi interior. Todas las veces paso por todos los estados por los que quiero pasar y sé que la gente también lo pasa. Pero yo no lo hago para que la gente lo pase, sino para mí.
Sé que la gente que viene a verte, Javi, te ve y se les mueve algo dentro siempre.
Sí, desde luego, ¿y si hay dos personas en una función es más importante que si hay dos mil?, ¿qué importa?, yo me entrego de la misma manera.
Daniel Rabinovich dijo aquello de… “No te tomes la vida tan en serio. Al fin y al cabo, no saldrás vivo de ella”. ¿Es BAIBAI, de algún modo, una especie de homenaje a esta filosofía?.
Jajajajaja, con certeza. Creo que perdemos mucho tiempo en tomarnos la vida en serio. Y eso se transforma en un drama. Pienso que hay una cultura de la queja. Le preguntas a alguien como está y la gente hace una revisión sólo de lo que está mal, o de lo que no tiene, de la carencia… y entonces te cuentan todo lo malo.
Es raro que la gente te diga: estoy bien, estoy ganando un montón de dinero, me compré un coche nuevo o, por ejemplo, estoy enamorando y hago el amor todos los días con mi pareja, o… mi hijo me regaló una pegatina y me puse a llorar… Casi nadie te comenta eso. ¿Por qué no nos concentramos también en lo bueno?. Y en reírnos, de verdad. La vida no es tan seria. Hay momentos serios pero bueno… ¿viste?.
Javi se encoge de hombros, con cierta inocencia, como si no entendiese por qué somos así o tal vez con lástima de saber por qué somos así. Entonces le cuento la definición de la RAE de la palabra “payaso”: persona que hace reír con sus dichos o gestos. Y le explico que veo una connotación muy positiva. Hacer reír a las personas es algo muy grande pero con frecuencia se usa la palabra payaso como insulto. ¿Por qué crees que se da ese giro peyorativo a una palabra que representa algo tan noble como hacer feliz a los demás?.
Este mundo es muy serio, los poderosos son gente muy seria. Hay terror al ridículo. Grandes empresarios, políticos o cualquier religioso, la gente que tiene el poder no puede darse el lujo de quedar en el ridículo.
No pueden, por ejemplo, tropezar cuando están entrando en el plató de la televisión. Trump, no puede permitirse eso ¿sabés?. No puede hacerlo.
El concepto del ridículo está asociado al payaso, porque el payaso juega con la ridiculez. Se divierte con el ridículo porque todos lo somos. De hecho, es muy ridículo no querer serlo. Pero claro, en el mundo serio, el de las altas esferas, está mal visto. Y la gente en general come de eso y así va bajando los estratos sociales. Nadie quiere pasar el ridículo. La típica frase de… a mí no me gusta que se rían de mí… pues, justo el payaso tiene el honor de que la gente se ría y da igual si es de él, con él o de otro. Lo que al payaso le da mucha alegría y mucha felicidad es que la humanidad sea feliz y se ría. Y si él es el causante de esto, es un gran honor para él.
El concepto feo de la palabra payaso viene de esta cosa de no querer parecer ridículo, de la seriedad, jajajaja. Es que... no querer ser ridículo es muy ridículo, jajajajaja.
Cuando conocí a Jose, de Asaco Producciones, le pedí que me regalase una nariz de payaso de las que tenía en una bolsa enorme. Me preguntó que para qué la quería y le respondí que para ponérmela y mirarme en el espejo de vez en cuando porque me sentía un poco payaso. Esa respuesta hizo que me regalase dos en vez de una. A mí no tienes que convencerme pero ¿cómo convencerías a otras personas de que todos deberíamos ser un poco payasos?
Bueno vos sabrás que una de las cosas que más me gusta en el mundo es enseñar. Cuando era chico quería ser maestro. Fijate que en Argentina está tan mal pagado y tan mal valorado ese trabajo que los adultos se ocuparon de decirme que no me metiese en ese fregado porque lo iba a pasar mal. Y me quemaron el sueño. No estudié magisterio por no pasar por esas penurias que me auguraban. Sin embargo en un momento y sin darme cuenta descubrí que lo era. De repente me vi enseñando batucada. Tengo un sistema pedagógico propio para enseñar. Y cuando se metió el clown primero se metió motivamente y ahora se metió tan profundamente que hoy por hoy me dí cuenta de que es la gran herramienta para enseñar la filosofía.
Y luego entró el clown en mi vida. Primero se metió tibiamente y ahora se metió tan profundamente que hoy por hoy me doy cuenta de que es la gran herramienta para enseñar su filosofía… la filosófiCLOWN.
Entonces, partiendo de este concepto de filosófiCLOWN, la gente creo que debería soltar la idea de que el payaso de circo hace malabares, se tropieza y le pega un cachetazo al compañero. Lamentablemente también entendemos que hacer el payaso viene de ahí, de hacer el estúpido.
Estoy ahora dando talleres de filosófiCLOWN e invito sinceramente a quien tenga oportunidad de acudir a alguno, que lo haga, porque van a descubrir esa increíble idea de usar el payaso en su día a día.
El clown tiene una serie de valores que podés trasladarlo a la vida como la simpleza, la autenticidad, el disfrute… Si vos disfrutás, los demás también disfrutan, si vos sos auténtico, no mentís, todo es más real. Luego está el concepto de afectación: El clown tiene constancia de lo que ocurre, está muy atento. Es consciente de lo que ocurre alrededor, de los estímulos, buenos o malos. Esos valores terminan encadenándose en el escenario de la vida. Ahí es donde se produce la magia, cuando, por ejemplo, vas alegre a comprar el pan, vas a hacer también muy alegre al panadero… y no para HACER el payaso, sino para dejar salir TU payaso, que va a ser muy distinto a MI payaso.
Es mi filosofía de vida.
Por avatares de la vida, mis dos narices de payaso acabarían saben los dioses dónde aunque prefiero creer que a varios cientos de kilómetros de mi casa en lugar de pensar que lo hicieron en el contenedor de la basura. Me quedé sin ellas y me dolió mucho. He intentado mantener todo este tiempo mi payaso interior junto al niño que llevo dentro. De hecho no sé ya si son incluso la misma persona. Recuerdo que mi abuelo me pedía que no perdiese nunca la alegría. Llego a la conclusión de que la alegría es igual al niño y al payaso.
Cuando fui a ver el estreno de BaiBai en Noviembre de 2024, le pedí a Javi que me regalase una nariz. Desde entonces está frente a mí cuando estoy en mi escritorio y algunas veces va conmigo en el bolsillo. Esto me ha devuelto la tranquilidad de saber que el payaso que llevo dentro, y que todos deberíamos tener, continúa conmigo. Gracias infinitas a la vida por poner personas tan maravillosas en mi trayecto.