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23 March 2021
Conducir, viajar, libertad …. … son términos en los que estos días pensamos casi constantemente y que incluso ya nos atrevemos a reclamar con ansia y atrevida insistencia. Pero aún nos quedan unos días. La mayoría de los ciudadanos lo estamos haciendo de cine. Ni en la peor de nuestras pesadillas habríamos soñado jamás con algo como lo que estamos viviendo. Pero esto pasará y vendrá ¿una nueva era?. Estamos convencidos de que así será.
En esa nueva era, la Cara B de nuestras vidas, empezaremos haciendo cosas diferentes. Una de ellas será, sin duda, CONDUCIR, hasta el aburrimiento, pero con responsabilidad. Hagámoslo como estamos haciendo todo hasta ahora para que podamos disfrutar a cada kilómetro de nuestra recién ganada libertad.
Y viajemos. Debemos viajar mucho. El turismo lo necesita. No es un capricho.
El turismo aporta el 14,6% del PIB, más que la construcción, el comercio o incluso la sanidad. No podemos ni debemos dejar caer el sector.
Por ello, de forma responsable también, hay que empezar a ocupar los alojamientos que se vayan incorporando. Puede que este año no haya playa, pero tenemos una región extraordinaria, con más de 1.500 kilómetros de costa de agua dulce, una de ellas con Bandera Azul. También tenemos valles y montañas, museos, monumentos, historia, gastronomía y un larguísimo etcétera de atractivos que este año muchas personas van a descubrir.
Hace unos años viajamos por la Sierra de Gata y vivimos sensaciones que tratamos de plasmar en nuestras fotografías.
Un recorrido que empezó en Plasencia con una primera parada en Descargamaría para asomarnos a las Piscinas Naturales de las que tanto nos hablado siempre nuestro amigo Ángel García y que no habíamos visto nunca en Invierno.
Un café con Caridad, en su Casa Rural El Manadero nos esperaba en Robledillo de Gata, un pueblo que si no conoces, no podemos contarte como es porque hasta las fotografías se quedan cortas.
Nuestro compañero del programa de Onda Cero, Gente Viajera por Extremadura, Vicente Pozas, nos había hablado del Escudo de Carlos I de España y V de Alemania que había en la Fuente del Chorro en Gata y allí fuimos guiados por la curiosidad que nos había suscitado.
Repusimos fuerzas en un mesón de la plaza de Gata antes de encaramarnos, ya por la tarde, a Trevejo.
Pasamos por la puerta de los Apartamentos A Fala, de nuestro querido amigo Nacho, camino de ese castillo casi tan especial como el propio pueblecito medieval que siempre se nos antoja de cuento.
Una última parada en San Martín de Trevejo recorriendo sus calles y parando en la plaza para tomar un café frente al Ayuntamiento y cumplir con un encargo que nos habían hecho, comprar unas botellas de su afamado viñu de pitarra, antes de iniciar la vuelta.
Os dejamos las fotografías del viaje, acompañadas de unos versos de Pablo Neruda para que penséis sobre todo eso que queréis (tenéis) que hacer una vez recuperemos la capacidad de desplazarnos.
“Muere lentamente quien no viaja,
quien no lee, quien no escucha música,
quien no halla encanto en si mismo.
Muere lentamente quien destruye su amor propio,
quien no se deja ayudar.
Muere lentamente quien se transforma en esclavo del habito,
repitiendo todos los días los mismos senderos,
quien no cambia de rutina,
no se arriesga a vestir un nuevo color
o no conversa con desconocidos.
Muere lentamente quien evita una pasión
Y su remolino de emociones,
Aquellas que rescatan el brillo en los ojos
y los corazones decaídos.
Muere lentamente quien no cambia de vida cuando está insatisfecho con su trabajo o su amor,
Quien no arriesga lo seguro por lo incierto
para ir detrás de un sueño,
quien no se permite al menos una vez en la vida huir de los consejos sensatos…