22 June 2021 | Fuente: ecoturismo.com
Mochila a la espalda, zapatillas deportivas atadas, paso firme, sin prisa, pero sin pausa, pero, sobre todo, mucha ilusión, fuerza y optimismo. La aventura es dura, pero la diversión, la conexión y el descubrimiento está garantizado. Además, uno nunca vuelve solo del camino. Sí, Ecoturistas estamos hablando del Camino de Santiago. Una experiencia enriquecedora en todos los sentidos. Hay muchos caminos y muchas maneras de realizarlo, pero hoy queremos hablaros de la Vía de la Plata a su paso por la gran Extremadura.
Extremadura invita a sorprender por el deslumbrante entorno natural que presenta la dehesa, hábitat natural del cerdo ibérico. A nivel gastronómico esta región sugiere a los caminantes degustar sus exquisitos quesos, probar sus vinos con denominación de origen y dejarse impresionar por la calidad de su excelente aceite de oliva. Es por ello que en el post de hoy os contaremos todas las curiosidades e historia de lo que representa Extremadura en el Camino de Santiago a través de la Vía de la Plata.
Cuna de la antigua calzada romana, esta comunidad custodia impresionantes yacimientos arqueológicos que el peregrino puede encontrar a su paso por la Vía de la Plata. Por ello, desde ecoturismo.com os animamos a descubrir Extremadura a través de una ruta única, disfrutando de los tesoros ocultos que ésta ofrece.
El camino se adentra en la provincia de Badajoz, desde Andalucía, a través de la localidad de Monesterio. En todo momento adquiere una dirección sur-norte, dejando a su paso las poblaciones de Fuente de Cantos, Calzadilla de los Barros, Puebla de Sancho Pérez, Zafra, Los Santos de Maimona, Torremejía y Mérida, donde visita la emblemática capital extremeña, fundada por los romanos en el año 25 a.C. A la antaño Emerita Augusta llegaba una antigua calzada romana, procedente de Hispalis (Sevilla).
La Vía de la Plata extremeña prosigue por los pequeños núcleos de El Carrascalejo y Aljucén, donde abandona la provincia badajocense. A continuación, se adentra en la provincia de Cáceres, pasando por la localidad de Alcuéscar, a la que también llega el Camino de Santiago que parte de las ciudades andaluzas de Málaga y Granada, a través de Córdoba.
Sigue el trazado por la provincia cacereña atravesando las poblaciones de Casas de Don Antonio, Cáceres (donde tuvo lugar la fundación de la célebre Orden de Santiago), Casar de Cáceres, Grimado, Carcaboso, Cáparra, Plasencia (por la que no discurría la antigua Ruta Jacobea) y Baños de Montemayor. A partir de este último enclave el itinerario continúa hacia tierras salmantinas, en Castilla y León.
Esta comunidad autónoma española por la que pasa la Vía de la Plata, fue uno de los antiguos trazados jacobeos que conducía a los peregrinos medievales hasta Compostela. El camino tiene que ver con una antigua calzada romana que conectaba las ciudades de Emerita Augusta (Mérida) y Asturica Augusta (Astorga). La ruta fue de vital importancia para las comunicaciones entre el norte y el sur de la Península Ibérica.
Precisamente Almanzor siguió en parte este itinerario a finales del siglo X y una vez llegado al lugar destruyó la basílica compostelana. Asimismo, este fue uno de los caminos por los que los reinos cristianos acometieron su avanzadilla desde el norte. Las campanas que el caudillo del califato de Córdoba había robado durante el saqueo compostelano regresaron también por esta vía hasta la catedral de Santiago en 1236.
A lo largo de todas las localidades anteriormente mencionadas se encuentran testimonios de la devoción jacobea. En primer lugar, entre los santuarios consagrados a Santiago el Mayor destacan las ermitas situadas en Los Santos de Maimona y en Casar de Cáceres, ubicada esta última en pleno camino jacobeo. Se utiliza en la actualidad este antiguo santuario como albergue de peregrinos. Son muy conocidas las celebraciones de Santiago Apóstol de esta localidad, festejadas en la onomástica del Patrón de España.
También hubo en Carcaboso una iglesia de Santiago, cuya planta original data del siglo XVI. Preside este templo una talla del Apóstol matamoros que se remonta, posiblemente, al mismo siglo. En Plasencia, la iglesia de Santiago también recibe la denominación de iglesia del Cristo de las Batallas.
Capítulo aparte merece el templo de Cáceres fundado, al igual que los anteriores, bajo la advocación de Santiago, y localizado en la plaza del mismo nombre. El edificio que se puede ver en la actualidad, combinación de los estilos románico y gótico, data del siglo XIV, aunque la construcción primigenia se remontaría al siglo XII o incluso antes. Entre sus símbolos jacobeos destaca un relieve de Santiago peregrino, situado sobre la puerta posterior. Otro templo con reminiscencias jacobeas es la iglesia de Nuestra Señora de la Granada (s. XVIII), en Fuente de Cantos, que conserva una imagen de Santiago.
En Zafra, por otra parte, los duques de Feria fundaron un hospital de Santiago, mientras que en El Carrascalejo hubo una iglesia conocida como Santa María del Camino, donde se adoraba una madona también nombrada como Virgen del Camino.
Símbolos romanos, como el emblemático arco de Cáparra o la monumental Mérida -Patrimonio de la Humanidad desde 1993- también se han convertido en elementos identificadores de la Vía de la Plata.
Actualmente está en marcha un proyecto para recuperar el antiguo trazado romano que conectaba Mérida con Astorga. Se conoce esta iniciativa bajo el nombre de Proyecto de Rehabilitación Integral del Patrimonio Extremeño Alba Plata, que ha creado varios centros de interpretación de esta vía.
Son varios los albergues situados en el Camino de Santiago, algunos emplazados en antiguos monasterios, como los de Fuente de Cantos y Zafra. Funcionan, asimismo, numerosas asociaciones jacobeas que pretenden difundir los valores de la peregrinación.
Una de las más activas, la Asociación de Amigos Vía de la Plata en Zafra, emprendió en los últimos tiempos una campaña en contra de la instalación de una refinería en Los Santos de Maimona, en plena Ruta Jacobea. El Centro de Interpretación de la Calzada Romana y Ruta Jacobea de Carcaboso, así como los centros de interpretación de la Vía de la Plata de Baños de Montemayor y Monesterio, contribuyen también al conocimiento histórico y promoción del trazado y del Camino.
Históricamente, el Año Xacobeo o Año Santo, comienza en el siglo IX cuando se descubre el sepulcro del Apóstol Santiago, después de este hallazgo se convierte en un destino mundial de peregrinaje, un destino cultural y religioso mundialmente conocido y que en la actualidad su capacidad de convocatoria sigue en auge. Cientos de miles de personas recorren el Camino de Santiago cada año, ya sea por superación personal, carácter religioso o una atracción cultural y este año que se celebra el Xacobeo pese a la pandemia se piensa que será de mayor afluencia, sobre todo en los meses de junio y julio.
Si ya el turismo rural o ecoturismo es de los pocos sectores que han notado un poco los beneficios de la pandemia, dentro de ellos, el senderismo es uno de los deportes que más repercusión y auge ha experimentado. Si juntamos eso, con la satisfacción, la buena experiencia y la realización como persona que casi todas las personas que han recorrido el Camino de Santiago han experimentado... es una mezcla totalmente perfecta.
Pero, ¿por qué es tan importante el año Xacobeo? Los Años Santos son los que el 25 de julio, festividad del Apóstol Santiago, coincide en domingo. Debido a los años bisiestos, los años santos son en este orden: 6-5-6-11 años. El año 2010 fue el último Año Santo, hace 11 años. Entonces si calculamos, el Año Xacobeo solo se da 14 veces por cada 100 años, lo que hace que el Xacobeo 2021 sea algo único y la peregrinación aumente considerablemente. Un año perfecto para adentrarnos por Extremadura hacía un camino inimaginable. El Camino no se anda, se vive.