Texto y fotografías de: Diego J. Casillas Torres
01 July 2022 | Fuente: www.miextremadura.com
Explicar qué es el teatro y qué es este Festival a algunas personas a estas alturas de la vida resulta tarea tediosa en la que no voy a entrar porque mi vida también tiene ya altura de años y me he vuelto perezoso para según qué cosas.
Pero creo necesario recordar algunas cosas importantes en esta primera representación que abre la 68 Edición del Festival de Mérida, el primero que celebremos después de dos años asfixiándonos con las mascarillas en las gradas. La primera de ellas es que el Festival en su denominación incluye la palabra Internacional, por lo que no debería sorprender a nadie ver montajes procedentes de otras regiones. Particularmente agradezco que sean en lengua castellana.
Otra cosa es que el teatro clásico admite interpretaciones, adaptaciones, versiones y una riqueza prácticamente infinita en la forma en la que se puede presentar al público una obra, bien sea a través del texto, la escenografía o el vestuario. Me da pereza (otra vez) seguir pensando en un Julio César con capa y espada, con caballos rollo péplum, entre otras cosas porque el teatro no es cine y, de un tiempo a esta parte, he aprendido a abrir la mente para percibir nuevas dimensiones de personajes tan universales como la del dictador romano, entre otros.
Así las cosas, uno debe entender que si comemos pan con chocolate teniendo en cuenta que un indio nunca soñó con una baguette ni un romano con una onza de cacao, podemos ver un Julio César o cualquier otra obra clásica en la que, por ejemplo, los hombres hacen papeles femeninos y las mujeres los masculinos, como es este caso quizá para hacernos reflexionar sobre qué es ser hombre, qué es ser mujer y, en definitiva, qué es ser persona. Servirse del teatro y de un texto clásico para explicar cosas como esta con la profundidad que casi nadie usa al fin y al cabo es como comer pan con chocolate, algo totalmente legítimo. Y esto conviene aclararlo porque es necesario ser coherentes.
Después de esta chapa, paso a la chicha de esta obra. Quizá lo que más me ha sorprendido ha sido ver durante el pase gráfico cómo se puede adaptar un clásico conservando el texto clásico en gran medida. La fidelidad al texto original Shakespiriano es un plus añadido en esta producción del Complejo Teatral de Buenos Aires cuya dirección está firmada por un certero José María Muscari.
El reparto está encabezado por Moria Casán que ofrece todo lo mejor de sí al espíritu de Julio César para que recobre vida por unas noches y se sienta arropado por la historia en este Teatro Romano de Mérida. Le acompañan Marita Ballesteros, Alejandra Radano, Malena Solda, Mario Alarcón, Mariano Torre, Mirta Wons, Vivian El Jaber, Fabiana García Lago y Payuca. El vestuario, muy llamativo, es de Camila Milessi y Emiliano Blanco. La escenografía muy respetuosa con el monumento es de Gabriel Caputo y la iluminación de Omar Posematto.
Esta noche arranca el Festival y deseo que arranque, literalmente y de una vez, los complejos a ver clásicos no tan clásicos pero fieles al original y al espíritu de su autor. Señoras y señores, se trata de teatro, valoremos la interpretación, la dirección, el vestuario, la escenografía y el mensaje y si al final no le gusta a alguien, no pasa nada, la diversidad con la que puede entenderse una obra forma parte de la grandeza del teatro. Lo demás, está de más.
Julio César estará en cartel en el Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida entre los días 1 y 3 de Julio. Puedes comprar tus entradas haciendo click aquí.