Tintín tiene casa en Extremadura

Hoy he vuelto a casa con una sensación furtiva, la de llevar guardado un tesoro que voy a disfrutar mucho pero… ¿dónde está el cofre?. No lo hay, lo llevo puesto. La recompensa ha consistido en disfrutar de una tarde un tanto… ¿mágica? ¿fantástica? ¿irreal? ¿aventurera?. Bueno sí, y mucho más.

Todas esas sensaciones vienen del hecho de que, siendo ya de noche, aún no consigo discernir si he estado acompañado por personas reales en un lugar existente o eran personajes de cómic y la tarde ha sido una sucesión de viñetas, como las de El Loto Azul, Objetivo la Luna o el Asunto Tornasol.

A estas alturas estarás pensando que voy a hablarte de Tintín, el personaje de Hergé. ¡Pues has acertado!. Siempre he sentido una relación de admiración-odio con este personaje que he conseguido romper hoy después de visitar la colección que Juan Manuel Manzano Sanfélix, Cónsul de Syldavia en Exrtremadura, tiene en Arroyo de San Serván.

El sentimiento contradictorio me viene por el hecho de ser el segundo hermano de siete, familia numerosa, hijos de padres trabajadores a los que no sobraban muchos recursos para dar el salto de los baratos y semanales tebeos de Mortadelo y Filemón o Pepe Gotera y Otilio a los suntuosos libros de Tintín. Aquello era otro nivel y me hizo desarrollar cierta tirria hacia aquél muchacho rapado con un mechón rubio que se dedicaba a viajar por el mundo y vivir aventuras trepidantes y épicas como si se tratara de una especie de Indiana Jones.

Mi relación en las últimas semanas con lo cahtúo, se ha intensificado desde que Pahpartú se ha empeñado en llevarme a dar la Vuelta a Extremadura en 80 días. Y parte de ese viaje ha sido una parada para conocer al Cónsul de Syldavia, Sr. Manzano Sanfélix.

Y muchos se preguntarán ¿Qué sentido tiene Tintín en Extremadura?. Pues bastante. De los 23 números que el gran Hergé publicó de Las Aventuras de Tintín, tres de ellos, ATERRIZAJE EN LA LUNA, LAS JOYAS DE LA CASTAFIORE y OBJETIVO LA LUNA se han traducido al castúo bajo los títulos JABEMOH ANDAO POR LA LUNA, LAH JALAJAH DE LA CAHTAFIORE Y OJETIVO LA LUNA, respectivamente bajo la colección LAH AVENTURAH DE TINTÍN - CASTÚO.

Por si fuera poco, el artista Iñaki Blanco es autor de una serie de obras, algunas de ellas propiedad de la Asamblea de Extremadura, en las que se representan viñetas del personaje syldavo paseando por diferentes lugares icónicos de nuestra región.

La pasión por Tintín le viene a Juanma desde pequeño. Tuvo la suerte de conocer las publicaciones en París y desde entonces han marcado su vida. Y esa pasión es la que le ha movido a montar este museo que no está abierto al público pero que puedes visitar (te pongo al final cómo hacerlo). También la que le mueve a colaborar para que las ediciones de Lah aventurah de Tintín en Cahtúo sean una realidad y, en definitiva, para hacer algo tan hermoso como es sincretizar costumbres y culturas de la mano de un autor belga y sus personajes.

Por todo esto, me veo en esa especie de ensoñación de la que he conseguido rescatar algunos datos interesantes. Juanma no solo tiene todos los ejemplares en español y los tres en castúo. En las estanterías se atesoran publicaciones en un total de 115 idiomas diferentes. Ahí es nada.

Hay aviones, coches y motos, también barcos. Son réplicas de casi todos los vehículos utilizados en los cómics además de maquetas como la de la pirámide “pazteca” que aparece en Tintín y los Pícaros, el último de los volúmenes que Hergé publicara.

Los ciento once personajes de las aventuras de Tintín habitan silenciosamente estantes y expositores. Muchos están duplicados, triplicados o eneplicados en diferentes poses, actitudes o tamaños.

Charlamos, reímos, hacemos fotografías y cuando llega el momento de despedirnos nos despedimos como si fuésemos miembros de la misma familia, de la familia Tintín. El abrazo de Juanma es cálido y sincero, como el de un niño, un niño grande habitado por la mente de un hombre inquieto y culto, viajado y vivido, un padre de familia y esposo común que, algunas noches, estoy seguro de que sigue teniendo los mismos sueños que cuando tenía diez años.

Aclaro, el museo no museo pero de cualquier manera el Consulado de Syldavia, está en Arroyo de San Serván. Es una colección particular pero puedes visitarla llamando directamente a Juanma al teléfono 680611585. Seguro que estará encantado de guiarte por la aventura tintinófila más auténtica que puedas vivir en el mundo real.