18 July 2019
Agua, bosque, piedra ... Enfrentamos la parada en la Piscina Natural de Collado de la Vera conocida también como Las Pilas o Las Pilas de Collado, con gran ilusión. Llevamos una dura jornada de mañana a nuestras espaldas y ruedas realizando algunos reportajes por la provincia de Cáceres. Una buena planificación y algo de espíritu aventurero nos ha empujado a venir a La Vera después de comer en Serradilla (a apenas 1 hora y 71 kms.) en lugar de volver a Mérida (a 1 hora y media y 135 kms.) y viajar durante la cálida siesta veraniega. El aparcamiento no es complicado, hay un lugar habilitado para estacionar los vehículos.
La piscina natural es recogida, no demasiado grande, rodeada por rocas y bosque y un fantástico chiringuito perfectamente integrado en el entorno donde también podríamos haber almorzado sin problemas. El agua compartida con la Garganta de Pedro Chate no es demasiado fría o, al menos, eso se nos antoja en un día tan caluroso. Tras varios chapuzones y recuperar nuestro ser decidimos adentrarnos bosque adentro, siguiendo el cauce aguas arriba. La frondosidad es abrumadora y los colores se nos antojan como una inyección de vida y frescor en estos días de verano. Os lo contamos, como de costumbre, con una recopilación de imágenes y os sugerimos que la incluyáis en uno de vuestros desplazamientos de este verano. Y si lo hacéis, recorred los alrededores, dejaos poseer por el espíritu de estos bosques y de este agua en constante y sonoro tránsito, de los sonidos del bosque y los aromas de las plantas. Os sentiréis más cerca de la tierra, os lo aseguro.