Texto y fotografías de: Diego J. Casillas Torres
15 July 2020 | Fuente: www.miextremadura.com
Tras dejar el Crucero que nos había llevado por el Río Tajo y su afluente el Ponsul a conocer Castelobranco, donde pasamos el día, hemos decidido hacer noche en el Camping Aguas Claras de Valencia de Alcántara de cuyos bungalows habíamos oído hablar no hace mucho. Conducimos desde Cedillo hasta la N-521 que tomamos en sentido Portugal. En el kilómetro 149,5 nos desviamos hacia Jola, famoso por su pinar, a través de la CC-154.
En la recepción acristalada del Camping nos recibe Sandra cuyo gesto amable traspasa la ya obligatoria mascarilla y nos adjudica uno de los bungalows después de explicarnos la localización de cada dependencia dentro del recinto. La piscina la tenemos a la vista y el Restaurante también pero nuestra prioridad es una ducha reparadora en nuestra cabaña para después bajar a cenar al Restaurante. Podemos aparcar en la misma puerta del bungalow, lo cual se agradece mucho.
Unas señoras, vecinas ocasionales, nos saludan desde la terraza de su cabaña donde toman algo mientras disfrutan de: el olor a pino, el sonido cadencioso de las ramas agitadas suavemente por el viento, la contemplación de los buitres que sobrevuelan las estribaciones próximas de la Sierra de San Pedro, la conversación probablemente trivial pero seguro que sanadora, ver pasar el tiempo …
Acabamos de llegar y ya nos sentimos descansados, entregados al paisaje, insultantemente verde, tan increíble que estamos seguros de que muchas personas de otras comunidades autónomas negarían estar en Extremadura si apareciesen aquí de repente.
El Restaurante nos sorprende por la carta más portuguesa que española, lo cual no es raro si tenemos en cuenta que de aquí a la frontera hay 6,5 kilómetros. El bacalao dorado que pedimos (topicazo) está estupendo y acompañado de unas SuperBock bien fresquitas para recuperar la hidratación perdida durante el día, mejor. Por la mañana desayunamos en el mismo lugar y las tostadas con rico jamón que nos puso Pío nos devolvieron a la vida.
Pero la noche aún deparaba una sorpresa. De vuelta ya, acariciando la idea de abrazar la almohada, el cielo estrellado parecía caérsenos encima. Las vecinas ya no estaban. Tan solo un gato patrullando para mantener a raya a los ratoncillos. Y el cielo. Oscuro, con una Vía Láctea enorrrrrme que caía sobre las cabañas. No pude resistir la tentación de montar el trípode, disparador y toda la parafernalia de la fotografía nocturna y sacar un par de ellas.
Por la mañana, tras ver el camping con detenimiento y todas sus instalaciones. Hay que decir que los once bungalows, de los cuales 2 están adaptados a personas con movilidad reducida, disponen de todo lo necesario para pasar una cómoda estancia: camas muy cómodas, baño con ducha, aire acondicionado, calefacción, tv vía satélite, cocina americana con tostadora, cafetera, microondas, vitro y frigorífico … Todo puede completarse con media pensión o pensión completa si se desea.
Además, el camping cuenta con 65 amplias parcelas de césped (unos 80 m2 de promedio cada una) con punto eléctrico que pueden ser ocupadas tanto como por autocaravanas y roulottes como por tiendas de campaña. Zonas comunes con aseos, lavaderos, lavandería con secadoras, punto de información turística, tienda, pista de baloncesto, zona infantil, piscina para adultos y piscina para niños, amplias zonas ajardinadas, caja de seguridad en recepción, wifi y aparcamiento gratuitos … Podemos alquilar también una bicicleta eléctrica con la que poder hacer excursiones a los Dólmenes, a Valencia de Alcántara o incluso a Portugal. Para ello, TURNAT-Campint Aguas Claras te ofrece su concesión como Primera Franquicia de España en el Mundo Rural de Bicicletas y Patinetes Eléctricos.
Hacemos un inciso para advertir que el Camping Aguas Claras ha sido pionero en la delimitación del espacio que rodea a la piscina a fin de establecer unas distancias de seguridad mínimas según las recomendaciones de las autoridades sanitarias de manera preventiva contra el COVID19. De esta manera, cada bungalow tiene un espacio adjudicado para su uso, al igual que las parcelas y los visitantes.
A 10 kilómetros está Valencia de Alcántara, donde hacemos la primera escapada, muy temprano para visitar primero el Dólmen del Mellizo y alguno más de los 41 que componen el impresionante conjunto megalítico conocido como Ruta de los Dólmenes, importante legado con unos cuatro mil años de antigüedad estimada.
De regreso a Valencia de Alcántara, aprovechamos para tomar un café y pasear por el Barrio Gótico que conserva incluso la sinagoga judía y que muestra numerosas portadas de casas de la época. La población, con algo más de cinco mil habitantes, agrupa numerosas pedanías y es capital del partido judicial de Valencia de Alcántara y la Mancomunidad de la Sierra de San Pedro.
Retomamos la N-521 hacia Portugal porque hemos decidido regresar a Mérida recorriendo el país vecino. Soñar con Portugal mientras se disfruta y llenar la cabeza de pájaros y portugales es siempre reconfortante. Pasamos de largo por las Pinturas Rupestres de Puerto Roque, aunque nuestro amigo Eugenio nos las recomendó encarecidamente, pero pensamos que siempre hay que dejar una foto por hacer para volver al mismo lugar. Y es que la idea, próxima la hora del almuerzo, es encaramarnos a la villa de Marvao, hacer una visita rápida y comer allí.
Antes de entrar, aprovechamos para comprar un abanico pintado a mano y algunas cosas originales que Lita, una joven española hace a mano y vende en el puesto que hay en una de las entradas de Marvao. Nos cuenta como terminó aquí y lo feliz que es en este lugar a la vez que nos recuerda una frase de Pesoa: “Para viajar, basta existir”.
Marvao es de esos lugares que uno tiene que conoce y que no puede morirse sin ver antes. Es como un Monsaraz (ver reportaje) pero a lo grande, con un castillo verdaderamente espectacular. Fue fundado por Ibn Marwan, de quien toma el nombre, y domina una de las extensiones de terreno más grande que puede divisarse en muchas decenas de kilómetros a la redonda.
Calles estrechas y empinadas con el suelo empedrado, casas blancas y buzones rojos del correio, tejados también rojos, flores de muchos colores, tiestos de todo tipo y el cielo que aquí parece estar más cerca que de cualquier otro lugar.
Visitamos el impresionante Castillo y desde él descubrimos muchos lugares. Vemos la piscina natural de Portagem que está vacía, alcanzamos ver Ammaia y decidimos visitarla cuando bajemos. Castelo de Vide está a la vista y sorprende también ver su torre y parte de las murallas pero no nos llega el tiempo para todo y lo dejamos para un próximo viaje. El hambre aprieta y buscamos un lugar donde comer.
Lo hacemos en una terraza con vistas inmensamente generosas. Azeitonas, Queijo, Sopa Alentejana, Croquetes de Bacalhau, Espadarte, Bacalhau dourado … todo espantoso (asombroso), como hay que decir en Portugal.
Al bajar a Portagem continuamos hacia Sao Salvador da Aramenha, distante 1,8 kms, para visitar la Ciudad Romana de Ammaia de la que siempre sorprende su museo y de cuyas piezas de cristal confieso estar enamorado terriblemente porque os aseguro que no he visto nada igual en ningún lugar. Ya os contamos en anteriores reportajes sobre Ammaia.
Aprovechamos para fotografiar la huella de la groma, un instrumento topográfico en forma de cruz con cuatro brazos iguales, cada uno con una plomada al final y que se usó en época romana para definir el trazado de la ciudad a partir de dos cálculos principales que coincidirá con las dos calles principales: la definición de la línea Norte-Sur (Cardo Máximo) y la línea Este-Oeste (Decumanus Máximo). La encontramos junto a la puerta Sur desde la que partía una calzada hasta Augusta Emérita.
Emprendemos el regreso hasta Mérida cruzando el Parque Natural da Serra de Sao Mamede continuando hasta Portalegre, después Arronches, CampoMaior y ya estamos en España de nuevo con un sentimiento nostálgico porque Portugal engancha y con el temor y a la vez deseo de que lo que ha ocurrido en los últimos meses no vuelva a ocurrir privándonos de poder ver lugares tan bonitos como estos y vivir experiencias tan estupendas.
De vuelta ya, mientras organizo notas y fotografías, un amigo de Málaga dice que quiere ir a un lugar. Me envía el enlace de algo que no conocía y que está en Marvao. Le pregunto a Eugenio y me habla maravillas del Rail Bike Marvao . Pienso … habrá que volver pronto. Tenemos que montar en el Rail Bike, Visitar Castelo de Vide, Portalegre, las Pinturas rupestres de Puerto Roque ... Hay tanto por hacer en este lugar.
Nuevamente queremos reconocer la labor de otro empresario extremeño emprendedor que un día soñó en su pueblo, en el Valle del Jerte, con llenar el Norte de Extremadura de alojamientos rurales desde los cuales poder conocer rincones preciosos del Jerte y la Vera y que le ha llevado también hasta el Camping Aguas Claras e incluso a Portugal, donde regenta las Moradias Douro Internacional en Freixo, una espectacular playa fluvial. Gracias a iniciativas como la de Eugenio Rodríguez, creador de la Red de Alojamientos TURNAT, miles de turistas han disfrutado ya de la naturaleza y de experiencias sensacionales en lugares tan bonitos como es este Camping Aguas Claras.
Enlaces de Google Maps para llegar a ... Camping Aguas Claras, Valencia de Alcántara, Marvao, Ammaia.