Texto y fotografías de: Diego J. Casillas Torres
26 January 2021
Viajar en este momento no es posible. Hacerlo en el tiempo tampoco lo fue nunca pero dejar volar la imaginación y hacerlo a través de fotografías sí es posible.
Vamos a seguir proponiendo que viajéis con nosotros, aunque de momento sea de manera virtual, y para ello os ofreceremos destinos como este de las pinturas rupestres de la Sierra de La Calderita, en La Zarza (Badajoz), para cuando la situación de movilidad cambie y os permita poder visitarlos. De hecho creemos que de cara a la próxima primavera y esperándola con optimismo, esta propuesta constituye todo un regalo que os hará vivir una perfecta combinación de arte, historia y naturaleza.
El origen de estas pinturas no está demasiado claro. La franja de tiempo en el que se pueden enmarcar es de tres mil años y los expertos las datan entre finales del Neolítico y finales del Calcolítico o incluso el Bronce Final, es decir, entre el 4000 y el año 1000 a.C.
En cualquier caso, hace unos cuantos miles de años, nuestros antepasados se encaramaron a este abrigo del roquedo cuarcítico de la Sierra de la Calderita buscando cobijo. Allí y al calor de alguna fogata la imaginación nos lleva a pensar en los primeros humanos de la zona pintando con sus dedos y rudimentarios pinceles de fibra vegetal o animal en el abrigo rocoso con pigmentos realizados con óxido de hierro.
Aquí permanecerían, bien resguardadas durante milenios hasta que el arqueólogo y prehistoriador francés Henri Breuil las descubriera con la ayuda del guía Tomás Pareja en 1916. En 1998, Magdalena Ortiz Macías publica los resultados de un nuevo estudio sobre el arte rupestre de la Comarca Sur de Mérida promoviendo así la difusión de estas pinturas.
En cuanto a las pinturas, son trazos continuos que representan figuras esquemáticas a lo largo de un lienzo pétreo de más de diez metros de longitud. El número de figuras es de varios centenares y los motivos son ramiformes, esteliformes, zoomorfos, signos geométricos, antropomorfos, bitriangulares, espirales, puntos, barras pectiniformes … El significado es absolutamente indescifrable pero estamos convencidos de que recoge aspectos sociales o religiosos de una forma muy elemental. ¿Podríamos estar ante el primer medio de comunicación de la historia? ¡Rotundamente sí!
Llegar no es tan difícil. Dejamos nuestro vehículo en la Carretera que une Alange con La Zarza, en un camino en el que se encuentra señalizado el inicio de la ruta (clic aquí para ver en google maps). A partir de ahí se toma un camino que discurre paralelo al Arroyo de las Molineras hasta el cruce con otro que procede de La Zarza y sube hasta la sierra, que es el que tomaremos. La referencia es sencilla: el cruce se encuentra entre una pequeña explotación porcina y unas parcelas en las que hay construidas dos pequeñas casas. Al tomar el camino que sube a la sierra hay que dejarse llevar. A poco que ascendamos veremos el roquedo que corona la sierra y la pasarela metálica para visitar las pinturas. Solo se trata de seguir la senda y las señalizaciones del sendero hasta llegar al lugar.
La subida nos regalará la vista de algún granado y viñas al principio, almendros y olivares después y también lentiscos, acebuches y jaras en plena sierra entre otras especies. Con suerte veremos algunos buitres pero es posible encontrar también águilas, cernícalos, gavilanes, milanos. En definitiva, una ruta que merece la pena realizar esta próxima primavera. #MiProximodExtino.