07 March 2022
El Acueducto de San Lázaro que actualmente conocemos es una obra realizada en el Siglo XVI para conducir las aguas que la estructura original de época romana traía hasta Mérida de las zonas de Las Tomas y Casaherrera.
En la parte cercana al Tercer Milenio se localizan los restos de una torre del agua o desarenador, donde venía a parar la conducción cerrada que conducía el agua.
Entre los restos de esta torre del agua y el Río Albarregas, el acueducto romano está perdido y sustituido por la obra del S. XVI, a pesar de que podremos apreciar restos del specus romano o canal por el que discurría el agua que fue desechado y abandonado al lado del nuevo acueducto renacentista.
El resto conocido de época romana más visible de todo el trayecto, es el de los arcos que se encuentran junto a la Avenida de Extremadura. Estos arcos nos dan una idea de la obra original. Podemos apreciar que son más altos y tienen mayor luz que los del acueducto de los Milagros.
El acueducto romano continuaría hasta el lugar donde terreno gana altura, en las proximidades de la casa del Anfiteatro, a partir de donde discurría sobre uno de los muros que llevan a la Torre del Agua que tenía función de depósito de decantación y en la que se encuentra un aliviadero con una gárgola con cabeza de león que nos hace pensar quizá en una fuente pública.
Los restos de esta maravillosa obra de ingeniería civil romana y su posterior sustitución renacentista puede contemplarse en Mérida entre el III Milenio y las proximidades del Circo Romano junto a los restos de unas termas romanas.
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