Texto y fotografías de: Diego J. Casillas Torres
27 March 2024 | Fuente: www.miextremadura.com
Si un vasco tuviese cuatro “Capillas Sixtinas”, diría “¡Ahí va la hos…!” y presumiría de ellas como si fuera lo mejor del universo. Pero en Euskadi no hay cuatro sixtinas. En Extremadura sí las tenemos así que ha llegado el momento de decir “¡Veleile!” y presumir de ellas como nadie. ¡Vamos a ello!. Y os cuento cuál es mi clasificación y por qué.
Hace ya algún tiempo que tuve conocimiento de su existencia. Me chocó leer, antes de ir a conocerla, aquél calificativo de “Capilla Sixtina de Extremadura”, quizá porque me parecía pretencioso. Aún guardo la sorpresa del día que pisé aquél edificio y la expresión de quién me acompañaba.
Estamos ante un edificio con una rica y larga historia. Arquitectónicamente tiene trazas de mudéjar y su construcción se inició en el siglo XIV probablemente sobre un edificio anterior de época romana, aunque esto no está probado.
Sus paredes están profusamente decoradas por frescos del siglo XVII cuya autoría se atribuye a seis pintores diferentes, probablemente de la escuela de Francisco de Zurbarán. Todo el conjunto ha conseguido protección bajo la denominación de Bien de Interés Cultural (BIC).
Visitarla es sencillo. Solo hay que conducir hasta Fuente del Arco y coger la carretera que lleva hasta Puebla del Maestre. A escasos 4 km, hay que coger una pista a la derecha. Es de tierra pero está en muy buen estado. La seguiremos durante 2,4 km para llegar a la Ermita. Se puede visitar cualquier día excepto los Lunes, en horario de mañana de 10:00 a 15:00 horas.
Tardé tiempo en decantarme por esta segunda opción. Para ser sincero, uno de los motivos por el que la he colocado en el segundo puesto es por su proximidad a la primera. Sin embargo se trata de un templo majestuoso, el más voluminoso de los cuatro de los que hoy os hablo. Y realmente el único que es Iglesia. Todos los demás son Ermitas.
Este precioso lugar se encuentra en pleno casco histórico de Llerena. Su estado de conservación es muy bueno, formando parte del Convento que mantienen ocupado las religiosas de la Orden de Santa Clara, conocidas como Las Clarisas. El convento es una preciosidad y cuenta con un hermosísimo patio porticado totalmente encalado, columnas incluidas.
Pero voy a lo que me trae aquí hoy, las pinturas. El edificio data de finales del siglo XVI. Su fachada es de estilo clasicista con dos puertas gemelas bajo arcos carpaneles y a su vez bajo hornacinas. La parte interior consta de una sola nave con capillas y el techo está resuelto con cuatro bóvedas decoradas con pinturas al fresco de autor(es) desconocido(s) atribuidas con toda posibilidad a la escuela sevillana. Si en el Ara nos encontrábamos con motivos del Génesis aquí podremos contemplar escenas marianas y franciscanas principalmente encuadradas entre motivos geométricos y decoración vegetal.
Para entrar, hay que tocar el timbre del torno de las monjas que, principalmente, sirve para despachar la rica repostería monacal que las clarisas hacen. Ahí te anuncian que abrirán una de las puertas de acceso a la iglesia donde tendrás que esperar a que salga una de las hermanas para darte acceso.
No hace mucho que descubrí este lugar enclavado en pleno sur de Extremadura, en el extremo Sureste, a pocos kilómetros de la provincia de Córdoba. Se encuentra a 11 kilómetros de Cabeza del Buey y a tan solo 3 de Almorchón, desde donde se accede por una pista en muy buen estado que sale desde la carretera EX-104. El edificio es menos grande que el anterior, de Llerena, pero resulta interesantísimo para optar a la tercera posición.
El Santuario forma parte de un pequeño complejo anexo a un convento levantado por los Templarios durante el siglo XIII. Destaca en su interior un precioso patio porticado, austero pero precioso. Ya, en el interior, puede observarse que el aspecto del templo se corresponde con el estilo barroco, quizá por las reformas que ha vivido a través de los siglos.
Llama la atención su interior, en el que la cúpula del camarín y la capilla mayor se encuentran decorada a base de pinturas al fresco unas y estucados policromados que datan de los siglos XVII y XVIII. El espacio se encuentra diseñado en base a la división en compartimentos de la Capilla Sixtina.
Como premio añadido a la visita, decir que el Santuario se encuentra rodeado de un bosque de Olmos centenarios con algún ejemplar que ha ostentado el título de Árbol de España. Visitarla no es complicado y puede hacerse cualquier día de la semana excepto el Martes, en horarios de 9:00 a 20:00 horas.
No voy a dejar a la provincia de Cáceres sin su particular Capilla Sixtina. Así la denominaron con razón en PlanVex y no seré yo quien lleve la contraria. Es quizá, la más pequeña de todas y la que ofrece una decoración más reciente. Benquerencia es una población tan poco poblada como desconocida para los extremeños. Se encuentra en la comarca de Montánchez en un remanso de paz adehesada.
El edificio, muy restaurado, cuenta con decoración de esgrafiados en su fachada, como es la tónica habitual en esta comarca. Probablemente su construcción se remonte a algún momento entre finales del siglo XVII e inicios del XVIII. Su interior consta de una única nave con bóveda de cañón decorada, tanto la bóveda como las paredes están decoradas con pinturas al fresco que representan motivos evangélicos centrados en la pasión de Jesucristo.
Al parecer estas pinturas, son restauración (1980aprox.) de las originales que se encuentran debajo. No obstante, te aseguro que el espectáculo es tremendamente llamativo y el conjunto de gran belleza, completado con tallas de un Cristo y de Dimas y Gestas del siglo XVII.
Para visitarla hay que llamar al Ayuntamiento o localizar a Rosario que es la vecina que custodia la llave. No es complicado encontrar a alguien en un pueblo de poco más de 80 habitantes. Gustosamente te acompañará porque presume de lo más bonito de la villa. Ah, y al salir te invitará a tocar la campana que hay en la entrada, para que en el pueblo sepa y se sienta orgulloso de que hay visitantes.
En definitiva, en la región puedes visitar no una sino cuatro Capillas Sixtinas. Mucho más modestas pero no por ello poco importantes. Si bien se lleva la palma de la victoria La Ermita de la Virgen del Ara, por su estructura, por el contenido pictórico de escenas del Génesis, como la vaticana, no es nada desdeñable visitar las demás que, honestamente, para mí merecen el mismo calificativo.