Texto y fotografías de: Diego J. Casillas Torres
10 October 2025
Faltan unos días para que se cumplan dos años de la muerte de Mercedes Guardado, viuda de Wolf Vostel. Ambos fundaron el Museo Vostell de Malpartida de Cáceres en Octubre de 1976. Curiosamente Wolf Vostell también nació en Octubre, por lo que parece que este mes está íntimamente ligado con la pareja, el museo y lo que, con motivo de la V Convención Turespaña, sucedió y te voy a contar. Me rondó, mientras hacía las fotografías, que si ambos, Mercedes y Wolf, hubieran sido capaces de imaginar esto, lo habrían hecho e incorporado al Museo Vostell Malpartida como una obra de arte más. Imagino que desde el cielo donde están los artistas que se marchan y desde donde siguen observando cuanto ocurre con su legado, el que han dejado de forma material en esta tierra, disfrutarían también de este espectáculo.
Vostell declaró a Los Barruecos “obra de arte de la naturaleza”. La expresión de sorpresa de los participantes en la convención de Turespaña al salir anoche a la terraza mirador del museo y descubrir las Peñas del Tesoro iluminadas lo decían todo. Nadie se quedó sin hacer alguna fotografía y es que, naturaleza, vida y arte se conjugaron para ofrecer un espectáculo único que, ojalá, tuviese perpetuidad en el tiempo para disfrute de todos.
La iluminación artística, artificial realmente, se encontró con la que la luna, casi llena (97,7% según los amigos de PhotoPills), aportó a la escena desde su salida.
Y también el museo de noche. Enamorado siempre que puedo admirar el Viaje de Hormigón por la Alta Extremadura, ese avión que cae en picado rodeado de elementos extraños que, hasta que no te explica en profundidad el director del MVM José Antonio Agúndez, no lo entiendes de verdad y después lo amas para siempre.
No quiero añadir nada más. No creo que sea necesario salvo contemplar y admirar este maravilloso espectáculo. Y agradecer a la organización de Turespaña, la Dirección General de Turismo de la Junta de Extremadura, Ayuntamiento de Malpartida de Cáceres y Museo Vostell Malpartida el haber hecho posible la magia de proyectar en esta vida la intención artística del matrimonio Vostell.
Y tampoco puedo terminar sin agradecer también el cariño, los abrazos y la hospitaliad ¡ah, y la patatera! con el que uno se encuentra cada vez que pisa este bendito sitio que es Malpartida de Cáceres.