10 January 2022 | Fuente: Adecom Lácara
Bienvenidos a la Comarca de Lácara. Un verdadero paraíso natural en el que encontrarás una variedad de paisajes que te sorprenderán, en muchos casos, por lo inesperado del contraste entre unos y otros.
Desde los inmensos alcornocales y encinares que tapizan las estribaciones de la Sierra de San Pedro, Sierra del Vidrio y Loriana o Luciana, hasta las llanuras de los regadíos de Alvarado, Sagrajas o Gévora, por citar algunos de los muchos Pueblos de Colonización con los que cuenta el territorio.
En esta guía os ofrecemos un recorrido por los recursos naturales de la comarca ordenados alfabéticamente por el nombre de la población de referencia.
Comenzaremos por Aljucén, localidad en la que disfrutaremos del límite de poniente del Parque Natural de Cornalvo, en las estribaciones de Sierra Bermeja y Sierra del Moro. Una preciosa y exuberante vegetación, soporte de vida para encinares y alcornocales con la jara a sus pies. También encontraremos madroños, piruétanos, olmos y sauces.
Ejemplares de fresnos y rosales silvestres bordean las orillas del Río Aljucén, hábitat del jarabugo, especie piscícola exclusiva de este río. Barbos comunes, bogas, pardillas, calandinos, colmillejas, galápagos europeo y leproso completan con otras especies invasoras como el Lucio o el Percasol una riqueza acuática aprovechada por ánades reales, somormujos, zampullines, chorlitejos y garzas. El sapo partero ibérico, endémico de las cuencas del Tajo y Guadiana comparte hábitat con otros anfibios como la ranita de San Antón, la rana verde, tritones jaspeados e ibéricos, reptiles como la culebra bastarda, la salamanquesa rosada, e lagarto ocelado o la lagartija colirroja y también la Ibérica.
Adelfas, jaras, lentiscos, coscojas, aulagas, brezos, retamas y escobas predominan en una vegetación de monte bajo mediterráneo que escudriñan Buitres Negros y Leonados desde el cielo. Los mismos cielos que surcan más de 200 especies de aves, principalmente rapaces como el búho real, milano real y milano negro, elanio azul, águila culebrera, águila calzada, cárabo. Por supuesto podremos avistar cigüeñas blancas e incluso negras y según la estación multitud de grullas que nos avisarán de su presencia con su inconfundible gruir.
Aves menores como el herrerillo, el carbonero, el pinzón, la curruca, el pico menor o el petirrojo son perfectamente observables en casi cualquier punto del Parque. Las rapaces tienen su razón de existir en el alimento que encuentran apresando conejos y liebres que junto con la perdiz roja representan a los mamíferos de menor tamaño más comunes. Encontraremos otros mamíferos más esquivos, pero altamente llamativos como tejones, jinetas, comadrejas, meloncillos, gatos monteses e incluso nutrias en los lugares más reservados del Río Aljucén y también otros de mayor tamaño como el zorro o el jabalí.
Un verdadero vergel que nos ofrece vida a raudales y en el que disfrutar de una apacible jornada de campo en alguno de los merenderos con los que cuenta Aljucén bien en el interior del Parque o en sus proximidades.
Arroyo de San Serván es la siguiente parada que nos permitirá subir prácticamente a las nubes. Un camino que parte desde la población nos permitirá ascender a la máxima cota que cuenta con 608 metros sobre el nivel del mar.
Desde la cima de la Sierra de San Serván contemplaremos, prácticamente a vista de pájaro, la totalidad de la Comarca de Lácara y también ciudades como Mérida, el río Guadiana y una buena porción de la comarca de Sierra Grande-Tierra de Baros.
Su vegetación está representada por matorrales como el romero, tomillo, cantueso, mejorana, matagallos y la jara. Especies arbóreas como la encina, el alcornoque o el acebuche predominan en la formación cuarcítica habitada desde el origen de los tiempos y en la que el hombre dejó su huella artística en la gran cantidad de abrigos rocosos que la pueblan. Nuevamente veremos en su cielo las figuras de buitres negro y leonado, cigüeñas blanca y negra y aguilucho cenizo. Adentrándonos en las partes más reservadas y con ciertas dificultades quizá, podríamos ver algún lince. Son comunes el gato montés y el jabalí.
Arroyo de San Serván comparte la sierra y el entorno con la población vecina, Calamonte. Lugares como El Pocito y las sierras de la Rinconada, las Cabrerizas, la Piojosa, Sierra Gorda, Sierra de la Víbora y Sierra de la Moneda se encuentran en la ladera Este de la formación montañosa que se desarrolla entre el Norte y Sur.
Más alcornocales, y estos de verdadero ensueño, podremos apreciar en los alrededores de Carmonita, ya en el límite Norte de la comarca. Curiosamente para llegar a esta población deberemos abandonar la provincia de Badajoz y recorrer unos kilómetros por la de Cáceres si accedemos a ella desde la E90, la Ruta de la Plata.
Carmonita se encuentra en la estribación Sur-Suroeste de la Sierra de San Pedro en un paraje de inconfundible magia y belleza tupido de encinas y alcornoques que tapizan dehesas perfectas que invitan a la paz y el sosiego y en las que podrías llegar a ver ciervos y jabalíes o incluso algún lince, si eres lo suficientemente silencioso y prudente.
Un buen lugar para disfrutar de uno de los paisajes adehesados más bonitos de esta comarca y en el que, al levantar la cabeza, verás el águila imperial surcar el cielo en compañía de buitres negros.
Sin dejar la Carretera BA-099, continuación de la CC-78 que parte de la Autovía Ruta de la Plata, tenemos un precioso recorrido hasta Cordobilla de Lácara que nos llevará a través del Embalse del Boquerón casi longitudinalmente hasta otro embalse, el de Horno Tejero, ubicados en un paraje de alta riqueza natural muy próximos a la población.
Ambas reservas de agua son modestas, 6hm3 El Boquerón y 24hm3 Horno Tejero, pero albergan una rica población piscícola que atrae multitud de pescadores que buscan los ejemplares entre juncos y espadañas y los restos secos de eucaliptos, matorrales y encinas engullidos por el agua desde hace décadas. Las capturas más preciadas son los black bass, lucios y carpas que pueden llegar a pesar hasta 30 kgs., siendo frecuentes los ejemplares por encima de los 15 kgs. Otras especies menores como la tenca o el percasol son también bastante comunes en las aguas de los dos embalses.
El entorno ofrece también bosque bajo mediterráneo y dehesas de encinas y alcornoques donde aprovecharemos su estatus de ZEPA para observar multitud de aves entre las que destacan varios ejemplares de águilas, buitres y, en su temporada, grullas.
Una formación montañosa, el pico de Sierra Estena, es visible con su característica forma cónica desde toda la comarca configurando su skyline natural.
Durante la elaboración de esta guía y cuando ascendíamos al Castillo de Castellanos, sorprendimos de forma inesperada a un grupo de ciervos que rápidamente inició la huida. En el camino encontramos rastros de jabalíes y algún zorro curioso que nos observaba con atención.
En El Carrascalejo conectamos con uno de los caminos emblemáticos de nuestro país. Nos referimos naturalmente al Camino de Santiago.
La milenaria vía nos llevará por un precioso recorrido entre Mirandilla, El Carrascalejo y Aljucén hasta el límite de la provincia de Cáceres a través de la Vía de La Plata, una vía de comunicación milenaria que hoy en día constituye un apreciado corredor natural en el eje Norte-Sur de nuestro país.
Esparragalejo podría pasar desapercibido como recurso natural de la zona si no nos aventuramos a conocer su Charca Grande o nos adentramos por los roquedales camino de la Charca de Los Galgos.
En esta porción de suelos arenosos, tierra mísere como nos contaba un pastor, lugares terrenos poco profundos y poco fértiles, el agua dibuja una dehesa verde en otoño, invierno y primavera y ocre en verano que sirve todo el año de pastizal para el ganado ovino y bobino a la sombrar de sus encinas y alcornoques.
En ambas charcas, de reducidas dimensiones, se practica la pesca exclusivamente de carpas en la Grande y de tencas en la de Los Galgos.
Aquí puede practicarse el avistamiento de aves como el elanio común, milano real, buitre negro, grulla, sisón común, canastera común, charrancito, morito común, garcilla, cigüeñuela, espátula e incluso flamenco rosado como hace poco tuvimos la suerte de poder observar y fotografiar.
En La Garrovilla iniciamos un cambio de paisaje de forma gradual.
Continuaremos en otra Zona de Especial Protección de Aves como es la Presa de los Canchales, masa de agua que interrumpe y expande el curso del río Lácara para, en unas 600 hectáreas, dar cobijo en algunas de sus islas a una abundante población de charrancitos, canasteras, cigüeñuelas, espátula, estrilda o pico de coral y garcetas.
Numerosas rapaces y grullas aprovechan la tranquilidad del lugar para establecer dormideros protegidos en sus humedales. En los últimos años hay quien asegura haber visto algún ejemplar de flamenco rosado, lo cual damos por válido después de haberlos observado y fotografiado en Esparragalejo.
El Camino Natural del Guadiana pasa por esta población y nos permite realizar un recorrido por las vías pecuarias y los paisajes de las Vegas Bajas del Guadiana, una red prácticamente inagotable de pistas y senderos que transcurre entre cultivos, canales y acequias.
La Nava de Santiago ofrece también un par de humedales: la Laguna de Arriba y la Laguna de Abajo.
Pero la verdadera riqueza natural de su entorno la encontraremos en el alcornocal próximo al Dolmen de Lácara en el que podremos apreciar algunos ejemplares centenarios.
En sus proximidades pudimos observar algunas grullas y también impresionantes ejemplares de buitres leonados.
La Roca de la Sierra cuenta con un Centro de Interpretación de las Aves de la provincia de Badajoz en la Dehesa Boyal, un espacio recuperado para el disfrute de visitantes que aprovecharán un enclave extraordinario para observar aves.
También es posible disfrutar del único mirador celeste de la comarca ubicado en estos parajes dada la escasa contaminación lumínica de sus cielos nocturnos.
Es frecuente contemplar el ocaso con la banda sonora de las grullas que vuelven a sus dormideros. Próximo está el paraje de Loriana al que accederemos desde Puebla de Obando.
Mirandilla es otra de las poblaciones limítrofes con el Parque Natural de Cornalvo.
A través de una pista que sale del pueblo es posible acceder con un vehículo, aunque es mejor hacerlo a pie, a Sierra Bermeja, promontorio que articula el Parque Natural.
Todo lo dicho para Aljucén en cuanto a la observación de aves y vegetación es aplicable a este espacio. Numerosas rutas senderistas parten de la población para recorrer el espacio protegido y ascender a elevaciones como el Pico de El Terrero o el alto del Meteorito. El disfrute de este paisaje durante la floración de la jara es impresionante y recomendamos su visita.
Montijo cuenta con el Embalse construido durante la ejecución del Plan Badajoz para dar cobertura de riego a través de una amplia red de canales y acequias.
La presa llega a embalsar hasta 11 hm3 de agua en el cauce del Río Guadiana en una lámina de 290 has. en la confluencia con su afluente el Río Aljucén.
Una vez más tenemos que relacionar agua con aves y es frecuente encontrar en este lugar algunas variedades de garzas como la garcilla bueyera o la garceta común, también cormoranes, cigüeñas, cigüeñuelas y gaviotas reidoras.
Su muralla sirve además para la nidificación de vencejos comunes, pálidos y reales. Observar a los cormoranes y verlos pescar es un espectáculo, un verdadero documental en vivo.
Puebla de la Calzada y también el resto de poblaciones de las Vegas Bajas del Guadiana, como Guadiana, Montijo, La Garrovilla, Novelda, Pueblonuevo … destaca por sus amplias extensiones destinadas al regadío.
Es importante la producción de tomate de las Vegas Bajas del Guadiana. Un paisaje que se mantiene verde desde la primavera hasta el final del verano y que a lo largo de este se va coloreando con motas que van pasando del verde claro al rojo intenso.
En Puebla de Obando cambia el paisaje adentrándonos de nuevo en dehesas de alcornoques y encinas. Llegamos a la población después de cruzar el Puerto del Zángano de 427 metros de altitud. Se encuentra en un paraje agreste que poco o nada tiene que ver con las sometidas llanuras de regadíos del Plan Badajoz.
Enclave en la Cañada Real Soriana Occidental, hoy parte de la Red de Caminos Naturales, cuenta con las Sierras de Loriana y el Vidrio en la que apreciaremos prácticamente cualquier día y a cualquier hora una interesante población de buitres negros y leonados.
En la espesura de su ladera se pierde la Cascada Romana y los restos de hornos de vidrio presuntamente de la misma época y es precisamente por eso, porque la exhuberancia es tal que impide transitar por determinadas zonas.
Dejar el coche en las inmediaciones del pueblo o de la Cascada Romana para caminar hasta los restos del Convento de Loriana constituye una bonita excursión que transcurre en mitad del silencio roto en ocasiones por los sonidos de las aves.
Trujillanos es la tercera población que abraza los límites del Parque Natural de Cornalvo.
Posee un Centro de Interpretación del espacio protegido que recomendamos visitar para conocer en su amplitud el parque.
A través de una pequeña carretera podremos acceder a la cabecera del Embalse de Cornalvo desde donde podremos realizar un recorrido circular por la orilla apreciando generosos ejemplares de alcornoques y encinas.
Cornalvo almacena un máximo de 11 hm3 de agua en la que viven numerosas especies de aves y anfibios como ya describimos al hablar de este espacio para la población de Aljucén. Espacios como El Rugidero, con sus rocas horadadas por el agua o el Embalse del Muelas, reserva de agua de menor entidad que posee un observatorio par aves, son lugares que nos permitirán disfrutar de un contacto muy directo con la naturaleza.
Cornalvo presenta además una generosa red de caminos ya que es atravesado por varias vías pecuarias históricas como el Cordel del Puerto, el Cordel de Santa María de Araya y el Cordel del Cerro del Gato. El Camino Mozárabe también roza este espacio natural entre San Pedro de Mérida y Trujillanos.
La Comarca de Lácara está ocupada en parte por la mayoría de las Vegas Bajas del Guadiana. Valdelacalzada es la capital por antonomasia del frutal en flor.
Esta zona es la mayor productora de fruta de hueso de toda Extremadura y una de las principales productoras de Europa. Recorrer entre final de enero y febrero sus inmediaciones y prácticamente las de cualquier pueblo de colonización de la comarca es una actividad no apta para alérgicos, eso está claro, pero muy recomendable para el resto de personas que quieran verse realmente sorprendidas por un tapiz multicolor, por el detalle del primer estadio de cada especie frutal.
Para entender todo ello te recomendamos una primera visita a la población, en concreto a su Centro de Interpretación del Frutal en Flor después de lo cual estarás preparado para subir a alguno de sus dos miradores (1 y 2) desde donde contemplar esa llanura salpicada de árboles frutales. Si además haces coincidir tu visita con la fiesta del Frutal en Flor, la experiencia será completa.
Esta población ha recuperado recientemente para hábitat piscícola y práctica de la pesca una antigua zona de extracción de áridos en la que se han acondicionado caminos y pesquiles, talanqueras y aparcamientos en un esfuerzo por integrar deporte, accesibilidad y naturaleza.
Finalizamos la exposición de recursos naturales de la comarca con una visita al Centro de Interpretación de los Ecosistemas Fluviales, en Villafranco del Guadiana, quizá una de las experiencias más bonitas que se puedan realizar en esta comarca sobretodo si es acompañado por niños que estarán sorprendidos de principio a fin.
En este lugar se recoge la biodiversidad de los ríos de la región. Podrás ver especies endémicas en peligro de extinción como el jarabugo, el fraile o el espinoso o especies más comunes como bogas, truchas, cachos, calandinos… en alguno de los 17 acuarios instalados.
Sin duda, el más sorprendente, es el acuario central de 27.000 litros de agua que acoge a las especies de mayor tamaño como barbos, carpas y esturiones. Una experiencia que superará la observación realizada en cualquier inmersión en agua dulce.
Aunque se ha hecho de noche, todavía tenemos tiempo para sorprendernos por los cielos estrellados con poca contaminación lumínica.
El Parque Natural de Cornalvo ofrece unas posibilidades extraordinarias para la observación nocturna. Desde el muro del embalse donde podremos improvisar una cena de picoteo bajo el manto estrellado de la Vía Láctea en Primavera o Verano hasta la zona del Embalse del Muelas donde conseguiremos mejores condiciones en las apreciadas, para observadores y fotógrafos nocturnos, noches de Luna Nueva.
En Aljucén, las estrellas parecen caer sobre tu cabeza y El Camino del Moro o la Vía de la Plata son lugares donde poder hacer lo mismo que en Cornalvo. Máxime si tenemos en cuenta la existencia de un merendero protegido con talanqueras en la Vía de la Plata a las afueras de la población.
Mirandilla, cerca de Los Cuatro Caños al abrigo de Sierra Bermeja, es un lugar donde disfrutar de una extraordinaria noche estrellada de primavera.
Sin duda, la mejor elección puede ser el Dolmen de Lácara. La oscuridad total de una noche de Luna Nueva, el silencio roto en ocasiones por algún animal del entorno y la energía mística que desprende el monumento milenario invitan a una intensa y productiva sesión de fotografía nocturna.
Si en verano, antes de llegar a La Roca de la Sierra (si vas desde La Nava de Santiago) te desvías unos metros a la derecha por el camino de la Dehesa Boyal, podrás acceder al único mirador de la comarca listo para observar los cielos roqueños de verano con la descripción de cada figura celeste.
Te proponemos: fotografiar nocturnamente en otros escenarios como Puebla de Obando junto a las ruinas del Monasterio de Loriana o en algún frutal florido a mediados de febrero en las Vegas Bajas del Guadiana; que te atrevas a subir y pasar una noche de verano en la Sierra de Arroyo observando y fotografiando los pueblos y el cielo estrellado o aprovechar la Ermita abandonada de La Encarnación; solicitar un permiso para realizar fotografía nocturna combinando el recurso patrimonial de la Villa de Torreáguila, en Barbaño; montar los trípodes junto al Dolmen de Carmonita; intentar captar el reflejo de la Via Lactea en las aguas de Horno Tejero o El Boquerón, entre Carmonita y Cordobilla de Lácara o la formación celeste sobre el crucero de El Carrascalejo… Estas y tantas posibilidades como puedas soñar en esta comarca. ¡Ven y descúbrelas!.